Autoridades Chinas han demolido cruces, destruido Biblias, allanado casas para detener la fe de los cristianos
El organismo de persecución internacional Christian Concern (ICC) ha revelado que las autoridades han demolido cruces, grabado Biblias, allanado casas cristianas para eliminar símbolos religiosos, arrestado miembros de la iglesia e incautado iglesias.
Las medidas enérgicas del Partido Comunista Chino en la provincia de Henan aumentaron luego de que se publicaron las regulaciones revisadas sobre asuntos religiosos en febrero pasado.
Bajo las nuevas regulaciones religiosas introducidas en febrero, las iglesias deben estar registradas oficialmente en el estado y cumplir con las reglas establecidas por las autoridades chinas.
Sin embargo, la CPI informó que incluso las iglesias sancionadas por el gobierno en Henan no podían escapar de ser destruidas.
La provincia de Henan tiene una de las poblaciones cristianas más grandes de China, con varios millones viviendo en la región, incluyendo aproximadamente 300,000 católicos.
En marzo, se filmaron imágenes de funcionarios del Partido Comunista que utilizaron una grúa para romper una cruz de una icónica iglesia católica en la provincia de Henan.
Las impactantes imágenes, compartidas en Twitter por uno de los sacerdotes que presenciaron el acto, mostraron el momento en que los jefes del Partido Comunista local usaron una grúa para quitar la última cruz que estaba sobre la Catedral Sur de la Iglesia Católica de Shangqiu.
El gobierno del presidente Xi Jinping ha intensificado la presión sobre los cristianos en todo el país.
El mes pasado, la policía irrumpió en un campamento de verano en la provincia norteña de Gansu, donde 80 niños de entre 10 y 14 años se alojaban.
La agencia católica de noticias UCAN afirmó que la policía acusó a los dos organizadores del campamento de verano de realizar un evento cristiano ilegal.
Charity Open Doors dijo que decenas de cristianos han sido detenidos y enviados a campos de “reeducación” en los primeros meses de 2018.
Se les enseñó a ser leales a la ideología comunista en lugar de a la religión.
Cifras extraoficiales sugieren que podría haber hasta 85,000 personas detenidas en campos de reeducación.
