“Una escena bestial” joven dice ser “El anticristo”, quitándole la vida a su esposa e hija de un año

Iván Furiasse, 34 años, empleado de una multinacional automotriz, se niega a declarar acerca de lo sucedido, y las autoridades se ven obligadas a investigar sus antecedentes psiquiátricos para definir si puede ser imputado.

Este martes en la mañana el mató a su esposa y a su hija, una bebé de apenas un año, Utilizando un cuchillo de cocina de unos 15 centímetros, con el que aplicó numerosos puntazos. Los policías que entraron en la casa ante el alerta familiar vieron un cuadro espantoso. “Una escena bestial”, resumió el fiscal Florentino Malaponte. El joven, se excusó horas más tarde de cometer el doble femicidio con una frase inquietante: “Soy el anticristo”.

Hoy, frente al juez Héctor Núñez Cartelle, se definió de una forma mucho más llana: “Un hijo de puta. Eso soy”. Fue lo único que dijo.

La audiencia imputativa se suspendió tras evaluar sus antecedentes psiquiátricos. El juez planteó que quizás no comprendía el alcance del trámite y que eso podría derivar en la anulación del proceso, ordenó someterlo a nuevos estudios e internarlo, con custodia policial y sin compañía.

Furiasse realizó en los últimos meses distintos tratamientos psiquiátricos que lo llevaron, incluso, a estar internado. En enero pasado recibió el alta, pero seguía medicado. Estaba afectado por la muerte de un familiar, según comentaron en su entorno. Su esposa, Fernanda Laconca, de 33 años, lo contenía y lo acompañaba  se habían casado en 2013.

Furiasse la asesinó con saña, también a Camilia, la pequeña hija de ambos. Ni siquiera pudo determinarse aún el número de puntazos que aplicó por la gran cantidad de cortes que presentaban las víctimas.

Ya consumado el doble femicidio se quedó en la casa, tenía una jersey celeste con rayas blancas, un short floreado y zapatillas, con esa misma ropa ensangrentada fue llevado este mediodía a tribunales, la Justicia deberá determinar si sus trastornos influyeron o no en el atroz ataque.

La obra social a la que estaba afiliado remitió ayer un informe en el que constan numerosos antecedentes, fue atendido, durante el año, en múltiples oportunidades, también consta la internación en una clínica céntrica de Rosario, en la casa donde se cometió el brutal doble crimen había certificados psiquiátricos.

“Ahora hay que determinar cuál es el alcance de la patología, si es que la tiene, y poder realizar la audiencia imputativa”, explicó ayer Malaponte. Esos informes determinarán si es imputable y si intentó o no simular un cuadro de alteración mental.

Los vecinos definen a los jóvenes como personas reservadas, ella era muy querida en el trabajo, él era hincha de Central y el lunes a la noche, horas antes del doble crimen, fue a ver el partido que su equipo disputaba por la Copa Argentina, sus compañeros de trabajo no lo vieron bien ese día, refirió un ataque de pánico y dijo que tenía temor de “mandarse una macana”. No está claro si abandonó el consumo de la medicación que se le había recetado, no existían denuncias de violencia de género.

Dos profesionales atendieron al muchacho después de que lo detuvieran, les habló de sus antecedentes médicos y les dijo que quería suicidarse. También se definió como el “anticristo”.

Los informes elaborados ayer por dos profesionales se realizaron luego de entrevistas acotadas, el juez pretende que se elaboren pericias profundas para determinar si existe afectación psiquiátrica, no hay un plazo determinado, ya que el trabajo podría requerir varios encuentros con el detenido; en la casa donde cometió el doble homicidio encontraron, además de los certificados, bibliografía religiosa y una libreta con anotaciones difíciles de entender.

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