Cumplimiento de Números 19: 2!! Jerusalén anunció el nacimiento de una novilla roja

Esta semana, el Instituto del Templo de Jerusalén anunció el nacimiento de una novilla roja. Según los rabinos del centro teológico, éste es un prerrequisito para la reanudación de los sacrificios en el Templo, pues sus cenizas se utilizan en rituales de purificación descritos en el Libro de Números.

Al cabo de tres años, el Instituto del Templo – organización que se dedica a la preparación del Tercer Templo y sigue a la raya todos los preceptos de la ley sacerdotal – inició un programa para generar una novilla roja de acuerdo con los requisitos bíblicos. Ellos importaron decenas de embriones de la raza red angus e implantaron en vacas seleccionadas.

Después de una serie de fracasos, pues la novilla del patrón veterotestamentario no puede tener ninguna mancha de otro color, el 28 de agosto nació un animal que fue considerado “aceptable” por una comisión de rabinos que examinaron el animal.

Aunque ellos sepan que la novilla, como sucedió con otras en el pasado, puede presentar cambios en la coloración del pelo, la expectativa es que el animal sea la reanudación de un proceso que no se ve en Israel desde la destrucción del Segundo Templo, en el año 70 .

Por lo tanto, la becerra pasará por exámenes periódicos hasta la edad adulta, explica una nota del Instituto. Sus fundadores siempre defendieron que es necesario que así que todo esté “listo”, el Mesías vendrá. La ausencia de una novilla que sigue específicamente los requerimientos siempre ha sido un obstáculo.

Según el mandamiento de Números 19: 2, los israelitas deberían ofrecer “una novilla roja, sin defecto y sin mancha, sobre la que nunca se ha colocado una canga” para el sacrificio que generaría la llamada “agua de la purificación”.

Por la tradición rabínica, la venida del Mesías está íntimamente relacionada con la reconstrucción del Tercer Templo en Jerusalén, en lo alto del Monte Moria, donde hoy están dos mezquitas. Actualmente, los judíos pueden subir al lugar, pero están prohibidos de hacer oraciones allí.

En las últimas décadas, todas las piezas del Templo, según la instrucción bíblica, fueron rehenes por el Instituto del Templo, incluyendo el entrenamiento de sacerdotes para la restauración de los sacrificios.

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