¿SE EQUIVOCÓ DIOS CON ELLOS? Transespecies, ellos dicen no ser humanos y se visten como animales

En 2016, Varios casos de personas que se estaban declarando de distintas especies al gato , perro u otros animales, que dicen que no son humanos. Este movimiento comienza a surgir en Brasil.

El intérprete y diseñador de accesorios “Rayo Gama”, 30 años, pasa la mayor parte del tiempo como una máscara de perro. “Él afirmó al portal UOL que siempre se sintió un ‘desplazado’ en la sociedad, pero desde marzo de 2017, incorporó el rostro de un doberman.

Desde entonces se declara transespécie. “Es una experiencia social constante que habla mucho de quién soy yo de verdad”, insiste. Individuos como él dicen sentirse incómodos con su condición humana. Para Gama, la elección de vivir como un perro también es una expresión artística y social. “Es la vivencia de ser un híbrido, un cuerpo extraño para la sociedad”, explica.

El productor cultural Heitor Werneck, creador de la fiesta fetichista Luxuria en la capital paulista, dice que transespécie es sólo el nuevo nombre para una práctica que ya existe desde hace décadas. “Es una identificación de género, de estilo, que Ney Matogrosso y Boy George ya lo hicieron. Ellos tenían una estética que no existía, que mezclaba varias referencias no necesariamente humanas. Es tener otro tipo de orientación o identidad. “Va más allá de cualquier dualidad que tenemos hoy”, evalúa.

Tal vez por eso la condición ya es llamada “ideología de especie” en el exterior. Gama explica que el dog play es uno de los formatos de las relaciones del BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo), donde una persona actúa como el perro de otra.

Él lo llevó más adelante, adoptando como un estilo de vida. “Comencé a ver cuánto me gustaría que fuera en mi vida, como de parte de mi personalidad”, cuenta. “Duermo, cómo, paso todo el día con la máscara. Sólo tiro para bañarse “, asegura él.

El ejecutante va al mercado y forma parte de sus tareas cotidianas por la cara de peluche. Mientras oye chistes del adulto es bien tratado por los niños. “Ellos piden hacer cariño, preguntan si soy el lobo o qué como”, comenta.

Otro ejemplo de transespécie es la artista pernambucana Ana Giselle, de 22 años. Ella asumió el nombre de TransÄlien y también utiliza máscaras en el día a día. Dice no identificarse con su forma humana, se siente una alienígena.

“Siempre fui la más extraña de mi círculo social. “No tuvo una época de mi vida que yo no conocía la violencia y la discriminación, entonces este mundo no tiene sentido para mí”, cuenta la artista que hoy vive en São Paulo. Pasó a usar diferentes accesorios y máscaras para enfrentar la normatividad. “No sé cuántas son, nunca paré para contar porque siempre me están regalando con nuevas”, cuenta riendo.

Ni Gama ni la Transälien piensan en hacer intervención quirúrgica para modificar el cuerpo. “No tenemos tecnología para eso”, afirma Rayo. La alienígena Ana dice que pretende seguir explorando las posibilidades de ser vistas como un ser de otros planetas. “No quiero tener nada definitivo”.

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