Escondidos y en pequeños grupos!! Así viven su fe los cristianos convertidos del islam

Aunque en Marruecos el islam más extremista esté bajo control y pese a las ligeras aperturas del régimen, la situación para los cristianos en este país norteafricano es muy precaria. El proselitismo está penado con cárcel y no se pueden difundir mensajes no islámicos. Incluso se han producido la expulsión de misioneros extranjeros.

¿Cómo es la vida de los cristianos marroquíes? En un reportaje de Sonia Moreno en El Español se muestra la vida oculta de un musulmán convertido al cristianismo, el precio que ha pagado por ello y cómo se organizan de manera clandestina estos cristianos para poder reunirse y rezar juntos:

“Es el momento de dejar de poner la luz en un cajón”, afirma rotundamente Mustapha Susi haciendo alusión a un proverbio francés extraído del Evangelio de San Lucas. En definitiva, se refiere a “salir a la luz” y declarar voluntaria y públicamente que es cristiano, algo que ha mantenido oculto para no ser estigmatizado.

Culto cristiano en la clandestinidad
Tras dos encuentros, el primero telefónico y el segundo en persona en Casablanca, Susi invita a EL ESPAÑOL a asistir a una reunión clandestina en Marrakech, en casa de Nadia y Fouad, nombres ficticios porque prefieren mantenerse en el anonimato. Esta pareja hace 25 años que es cristiana y ofrece su casa acomodada cada sábado por la tarde a “sus hermanos” para reunirse a rezar, a leer la Sagrada Escritura, interpretar y comentar los pasajes, y cantar. Todo en dariya, el árabe dialectal de Marruecos.

En una estantería del rincón del salón tradicional marroquí se amontonan varias biblias en árabe y una en inglés. Este Sábado de Gloria se las reparten para leer juntos el pasaje donde Jesús sube con la cruz a cuestas por el camino de Calvario para después ser crucificado.

“La mayoría se esconde por miedo”
Seis hombres y Nadia. Celebran la Semana Santa “escondidos porque no tenemos el derecho a compartir nuestra felicidad con otros cristianos en público”. Dirige la ceremonia Rachid Imounan, el pastor de Agadir, que viajó para la ocasión, igual que Susi, pastor en Taroudant. Comparten té y aseguran que es “el momento de salir, de hablar”. Rachid quiere “dar la cara y salir en la cámara”, además, muestra en su móvil el sitio web Alakhbar Assara, que han puesto en marcha para difundir el cristianismo y donde predican la fe. Él mismo comenzó a conocer la religión cristiana a través del canal francés Montecarlo, que emite en onda media. Precisamente la radio y la televisión son las “responsables” de que cada día más marroquíes llamen a la puerta de los grupos de cristianos.

Es difícil dar un número exacto de marroquíes conversos porque “la mayoría se esconde por miedo”, pero según las estimaciones de un estudio americano de 2014 habría entre 8.000 y 10.000 fieles. “Hay más, pero no lo dicen porque no es fácil en un país musulmán, donde te quedas sin trabajo y tu familia te repudia”, explica Nadia. En lo que llevamos de año, a las reuniones cristianas de esta pareja se han unido cuatro nuevos conversos. Uno el estudiante y veinteañero Said, que confiesa “de momento no se lo he dicho a nadie, pero creo que con mis amigos no tendré problemas porque muchos de ellos son ateos”.

Exigen libertades individuales al Gobierno
En la reunión clandestina de Marrakech estaban parte de los miembros de la Coordinadora Nacional de Marroquíes Cristianos que se reunieron en Rabat con el secretario general del Consejo Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Mohamed Sebbar, el 27 de marzo para solicitar sus libertades individuales. Las peticiones “son sencillas”, enumera Susi; un matrimonio civil “porque en Marruecos solo te puedes casar por el rito musulmán”, enterrarse en cementerios cristianos, libre elección de la asignatura de religión en el colegio “ya que solo puedes estudiar el islam”, poner nombres bíblicos a nuestros hijos, y poder rezar en las iglesias para dejar “las congregaciones secretas” dado que la libertad de culto solo está garantizada para los extranjeros.

Acudieron a Rabat con la Constitución debajo del brazo. El artículo 161 recoge que el CNDH “es una institución nacional pluralista e independiente encargada de conocer todas las cuestiones relativas a la defensa y protección de los derechos humanos y de las libertades, de la garantía de su pleno ejercicio y de su promoción, así como de la preservación de la dignidad, de los derechos y de las libertades individuales y colectivas de las ciudadanas y de los ciudadanos y ello con estricto respeto de los referentes nacionales y universales”.

Se sienten satisfechos porque “por primera vez nos escuchan” y Sabber les aseguró que “hará todo el esfuerzo para que las peticiones lleguen al ministerio y que nos defenderá hasta que los cristianos marroquíes veamos la libertad de verdad”. Por si no fuera suficiente, el pasado jueves 13 de abril enviaron una carta al nuevo primer ministro, Saad-Edinne El Othmani, con las mismas peticiones que han defendido en el CNDH.
Estas primeras cinco demandas dependen del Gobierno pero hay otras que “tendremos que realizar nosotros con el tiempo”, como la creación de una televisión o que “en las escuelas se imparta una asignatura específica de religión cristiana”.

Efectivamente, todos los conversos coinciden en que “antes era más difícil “, que “hay un tiempo para cada cosa” y parece que el 2017 es el año en que saldrán a la luz los rostros y voces de algunos “cristianos valientes”.

Fuente: Religión en Libertad

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