El ex musulmán oye a Jesús al intentar suicidarse y se entrega a Cristo

La experiencia con Dios es singular y sobrenatural. Muchas veces es en la situación de desesperación que esta realidad se vuelve aún más evidente, como puede comprobar el indio Ab Shaik, que por muchos años fue obligado a ser musulmán, hasta que un intento de suicidio frustrado por intervención divida le hizo dar un paso en hacia Cristo.

A pesar de haber nacido en un hogar musulmán, en el sur de la India, Shaik fue matriculado por sus padres en una escuela mantenida por la Iglesia Bautista. “Recuerde, usted sólo va a estudiar allí, no oiga lo que ellos enseñan sobre religión porque van a intentar convertirlo a la fe cristiana”, decía su padre.

Después de rehusarse a escuchar el Evangelio de Cristo varias veces, Shaik decidió guardar una versión del Nuevo Testamento entregada por los Gedeones. Con apenas 17 años y ya formado en la escuela secundaria, el chico se especializó en mecánica general, pero algo le angustiaba mucho.

Shaik y su padre discutieron mucho y eso poco a poco fue minando la motivación del chico, al punto de intentar el suicidio en 1992. “Fue después de una discusión. Salí de casa y me fui al campo para recoger una sustancia venenosa que se usa en la agricultura”, recuerda.

“Después de haber ingerido, oí una voz que decía: ‘¿Por qué quieres matarte?’ “Volví a mi padre y él me llevó urgentemente a un hospital”, dijo Shaik, sin notar inicialmente que la voz se trataba de Dios queriendo salvar su vida.

Ya se recuperó, Shaik se acordó de lo que había aprendido discretamente en el colegio Bautista y tomó el coraje para buscar más información con los viejos amigos de clase. Él reencontró el Nuevo Testamento que había escondido en la época y prácticamente lo devoró.

“Lo encontré y leí en tres días. Por lo tanto, me puse a buscar a mi amigo y le dije que quería ser bautizado, pero él no me tomo en serio”, recuerda Shaik, de acuerdo con la Evangélica Focus.

“Cuando le dije a él que había aceptado al Señor, él me llevó a hablar con un pastor de una nueva iglesia de cerca de 15 o 20 personas. “Yo fui allí todos los días durante tres meses y el 30 de agosto el pastor me bautizó”, concluye.

Actualmente la vida de Shaik es un testimonio de que Dios interviene, aun cuando la ignorancia acerca de Él impide verlo en la persona de Jesucristo. Una lección que este ex musulmán ahora va a cargar por el resto de su vida.

comments