“El peor momento de Venezuela es la mejor oportunidad para predicar a Cristo”
En menos de un mes, Venezuela enfrenta el tercer gran apagón que afectó a la capital, Caracas y 21 estados más. La población permanece sin agua, sin comida, sin transporte público, sin trabajo, sin hospitales, sin medicinas y sin escuelas.
Tres millones de venezolanos ya buscaban refugio en países vecinos, la inflación pasa de un millón por ciento al año y la crisis política se ha intensificado.
El martes (2), la Asamblea Constituyente de Venezuela revocó la inmunidad del presidente interino autoproclamado, Juan Guaidó , allanando el camino para un posible arresto del líder de la oposición.
Para la gran mayoría de los venezolanos, la vida se reduce a la búsqueda de la supervivencia. “La gente está caminando como zombis, sin saber qué hacer o incluso por qué están andando por ahí”, cuenta Paula, residente del este de Venezuela.
La mayor parte del tiempo de los venezolanos se gasta resolviendo cómo obtener agua y comida. Los cristianos a menudo se sienten impotentes porque, aunque vean la necesidad, no tienen recursos para ayudar a la población.
“Estamos en el momento más crítico de Venezuela, pero es la mejor oportunidad para compartir a Cristo”, declara Francisco, pastor de la región central de Venezuela.
