El presidente de Costa Rica afirma que es deber del gobierno luchar contra la discriminación religiosa.

En un discurso que tuvo lugar en la celebración del aniversario 195 de la anexión del partido de Nicoya a Costa Rica, el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado afirmó que la discriminación religiosa es uno de los retos que tiene el país y que es su deber  como presidente.

Alvarado acepto que su dedicación por proteger los derechos de los grupos LGBT ha provocado que la población, sobre todo los grupos conservadores lo criticaran por no hacer el balance adecuado, a la hora de defender los intereses de los sectores del país.

En el transcurso de su discurso el mandatario dijo:”Un presidente de la República marcha con todas las personas, con todos los grupos discriminados, porque dichosamente, en una república, el presidente representa a todas y a todos”.

Durante su participación el presidente narro:   “Me decía un pastor evangélico nosotros también nos hemos sentido discriminados, porque primero éramos protestantes, luego éramos hermanos separados, luego más alegóricamente nos pusieron panderetas, y otros epítetos que nos endosan ahora”

“¿Es eso o no discriminación? Sí es discriminación”, afirmó el mandatario, “y es el deber de un Gobierno de la República y de su presidente luchar contra esas discriminaciones” añadió.

Ese mismo fin de semana el presidente Alvarado participó de una vigilia de oración organizada por la Alianza Evangélica de Costa Rica en la que el pastor Reinaldo Salazar oró junto con los participantes por el gobierno.

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