“No negociaremos nuestra fe y seguiremos a Jesús”, dicen los cristianos en juzgado en Eritrea

“No negociaremos nuestra fe y continuaremos siguiendo a Jesús”. Las audaces palabras de seis funcionarios del gobierno cristiano en Eritrea se pronunciaron el 16 de agosto, cuando las autoridades les instaron a retractarse por profesar su fe en Jesús. Los funcionarios fueron llevados a lo que se describe como un “tribunal informal” dentro de un centro de comando militar en la capital Asmara, donde un juez les ordenó que renunciaran a su fe en Cristo.

Al escuchar esa respuesta de los cristianos, el juez dijo con irritación que deberían “retirarse mientras consideraba los próximos pasos”, según una fuente que permanece anónima por razones de seguridad.

El evento es parte de una intensificación de la represión contra los cristianos en el país de África Oriental. Desde finales de junio, 150 cristianos han sido arrestados en Asmara y Keren, la segunda ciudad más grande de Eritrea, a unos 90 kilómetros al noroeste de Asmara.

El primer arresto tuvo lugar el domingo 23 de junio. Los funcionarios de seguridad han arrestado a 70 cristianos (35 mujeres, 25 hombres y 10 niños) de la Iglesia de Cristo Mission Faith de Keren. Esta es la única iglesia que ha permanecido abierta en la región. También cerraron la escuela dirigida por la iglesia.

El grupo que fue arrestado en Keren está recluido en condiciones muy adversas en un complejo carcelario llamado Ashufera, cerca de la ciudad de Hagaz, a unos 24 kilómetros de Keren.

El complejo está formado por túneles y está lejos de la carretera principal. Esto significa que cualquier persona que quiera visitar a sus seres queridos debe caminar al menos 30 minutos para llegar a la entrada. Se dice que los prisioneros se ven obligados a cavar más túneles cuando la policía necesita espacio adicional para más prisioneros.

La intensificada acción del gobierno ha hecho que otros cristianos Keren se escondan.

También llamado “África del Norte”, Eritrea se encuentra en la costa del Mar Rojo y oprime a su gente, especialmente a los cristianos. El país ocupa el séptimo lugar en la Lista de observación de persecución religiosa mundial de la Misión de Puertas Abiertas 2019.

Desde 1993, el presidente Afwerki, un ex combatiente revolucionario, ha gobernado un régimen autoritario brutal basado en violaciones masivas de los derechos humanos, especialmente la libertad religiosa.

El país continúa buscando y arrestando cristianos, a menudo encarcelándolos como presos políticos en contenedores de metal donde las condiciones son muy precarias.

Ore hoy con nuestros hermanos y hermanas en Eritrea. Ore para que Dios trabaje en el corazón de Afwerki para revelar la verdad del evangelio.

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