¡TIEMPOS DIFICILES! Musulmanes de etnia hui afirman: «Estamos enfrentando una crisis de fe sin precedentes»

Aclamados durante años por su lealtad al PCCh, los «musulmanes buenos» están perdiendo su estatus preferencial y se convierten en víctimas de persecuciones solo a causa de su origen étnico y su fe.

El Gobierno comunista ha tratado durante mucho tiempo a los dos principales grupos de musulmanes de China de manera diferente. Los uigures, los cuales viven principalmente en Sinkiang, eran presentados como musulmanes «malos», separatistas e inclinados al terrorismo, mientras que los hui, dispersos por todo el país, pero predominantemente asentados en la región noroccidental, eran aclamados como los musulmanes «buenos», integrados en el sistema oficial. Debido a ello, los musulmanes de etnia hui durante mucho tiempo se han librado del tipo de persecución a la que están sometidos los uigures en Sinkiang. Pero la situación ha cambiado drásticamente, ya que el Partido Comunista Chino (PCCh) está reforzando su control sobre el islam en su conjunto. Y con la legislación recientemente adoptada, la cual promete «sinizar» a todos los musulmanes que se encuentren fuera de Sinkiang en un plazo de cinco años, los musulmanes de etnia hui también comenzaron a sentir la dura mano de la persecución llevada a cabo por el PCCh.

Más de 40 musulmanes procedentes de una aldea fueron arrestados

La mayor parte de los residentes de una aldea bajo la jurisdicción de la ciudad de Jiaozuo, en la provincia central de Henán, son musulmanes de etnia hui. Estas trabajadoras personas disfrutaban de una vida de paz y prosperidad y solían asistir a diario a una mezquita local para rezar. No obstante, su placentera y sencilla vida se vio repentinamente alterada en julio del 2018, cuando las autoridades comenzaron a arrestar a los hombres de la aldea.

Los arrestos, los cuales hasta el día de hoy suman más de 40, han generado una atmósfera de tensión e inseguridad amplificadas en la aldea.

Según uno de los residentes, la mayor parte de los hui arrestados habían adquirido antecedentes penales por delitos menores, tales como participar en peleas hace más de una década, y sus casos habían permanecido cerrados durante años. Los lugareños creen que al volver a arrestar a los hui utilizando variados pretextos irracionales, tales como «generar peleas y provocar problemas», las autoridades están «saldando viejas cuentas» por haberlos dejado libres antes de tiempo al haberlos considerado musulmanes «buenos».

En octubre pasado, la policía detuvo a un hombre de etnia hui por «reunir gente para participar en una pelea». Según lugareños, el hombre siempre ha sido sincero y se ha comportado bien, razón por la cual los residentes de la aldea no podían creer las noticias relacionadas con su arresto. Su detención, ocurrida hace más de diez años, por participar en una pelea había sido un error ya que no había estado involucrado en la misma, afirmaron los aldeanos. Debido a ello, el nuevo arresto, acaecido después de todo este tiempo, simplemente es injusto.

Otro residente de etnia hui posee antecedentes penales por haber participado en una pelea hace 17 años. El caso había permanecido cerrado desde entonces, y el demandante ya no sigue adelante con el asunto, e incluso había redactado una «carta de comprensión y perdón».

«No podemos hacer nada al respecto. Debido a estos arrestos, todos nos sentimos sumamente atemorizados», afirmó con cautela un residente de etnia hui.

En la aldea, los arrestos aún siguen vigentes. “Vivimos con miedo constante todos los días. No nos atrevemos a hablar libremente. ¡Las tácticas utilizadas por el Gobierno para oprimir al pueblo hui son totalmente despreciables!” comentó otro residente.

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