La Biblia se vuelve una inesperada protagonista del conflicto político en Bolivia

Los opositores bolivianos llegaron ayer con una Biblia y una carta de renuncia para que Evo Morales la firmara, minutos antes de que el presidente anunciara su dimisión desde Cochabamba. El milenario texto cristiano se ha vuelto un inesperado protagonista del conflicto político.

La Biblia emergió en escena luego que el opositor Luis Fernando Camacho anunciara que llevaría ese libro religioso a la Casa de Gobierno junto con la carta de dimisión que quería hacerle firmar a Morales.

Camacho, líder civil de la rebelión de la próspera región de Santa Cruz, que se ha extendido a otras regiones, enarboló durante la semana el texto cristiano como bandera de lucha en su intento de forzar la renuncia del mandatario, reelegido el 20 de octubre en medio de acusaciones de fraude.

“No estoy yendo con las armas, voy con mi fe y mi esperanza; con una Biblia en la mano derecha y su carta de renuncia en mi mano izquierda”, dijo en un masivo mitin el lunes pasado en la ciudad de Santa Cruz, feudo de la oposición.

El anuncio lo hizo en la Plaza del Cristo Redentor, el lugar más simbólico de la oposición de esa ciudad de 1,7 millones de habitantes, la más poblada de Bolivia.

Camacho, abogado de 40 años, suele aparecer con un rosario en la mano derecha durante sus discursos en Santa Cruz, región donde las misiones jesuíticas tuvieron una prolífica labor de evangelización y educación durante la colonia española, especialmente en la zona de Chiquitos, ahora patrimonio cultural de la Unesco.

Además invoca a Dios para asegurar a sus adherentes que su causa es justa y que logrará su objetivo de sacar a Morales del poder con la ayuda divina.

Camacho había dicho que no se iría de La Paz hasta cumplir sus dos metas: la dimisión de Morales y que la Biblia ingrese a la Casa de Gobierno para que “Dios vuelva al palacio”, insinuando que fue sacado por el mandatario socialista indígena.

Hasta la llegada de Morales al poder, en enero de 2006, los presidentes y los demás funcionarios bolivianos prestaban juramento ante una Biblia. Ahora prometen con el puño izquierdo en alto y la mano derecha en el corazón, aunque son libres de no hacerlo.

Morales, que es aymara, promovió en sus actos públicos la cosmovisión que considera que existen deidades en la naturaleza, como la Pachamama (madre tierra) o el Tata Inti (padre sol), en un país donde el 60% de la población es indígena.

Bolivia es un Estado laico, según la Constitución, que garantiza la libertad religiosa.

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