Pido Justicia… Mis hijos tienen prohibido estudiar porque son cristianos

El pastor Youcef Nadarkhani continúa librando una dura batalla dentro y fuera de la prisión por su fe en Jesucristo. Convertido del Islam al cristianismo, ahora cumple una condena de 10 años tras sus celdas en la famosa prisión Evin de Irán en Teherán, acusado de “apostasía”.

Sin embargo, no es solo el pastor Nadarkhani quien sufre las consecuencias de seguir a Jesucristo. Desde 2006, cuando fue arrestado por primera vez mientras pastoreaba una iglesia en la provincia de Gilan, la persecución religiosa también se volvió contra su familia, incluidos sus hijos.

Al ser tratado con discriminación por la comunidad islámica, el pastor, la esposa y los niños permanecieron firmes en el Evangelio hasta que en 2010 Nadarkhani fue sentenciado a la pena de muerte por su conversión al cristianismo.

Afortunadamente, en 2012 el pastor terminó siendo absuelto de la pena de muerte, pero no se deshizo de otra decisión que lo condenó a 10 años de prisión, que todavía tiene hoy.

Durante ese tiempo, Youeil, el hijo de 15 años de Nadharkani, fue advertido en septiembre pasado de que no podía regresar a la escuela porque no había recibido certificados para completar los grados octavo y noveno, según Christian Post.

Del mismo modo, el hijo de 17 años del pastor, Daniel, no recibió una boleta de calificaciones que le permitiera inscribirse en la universidad.

En ambos casos, los dos hijos del pastor son víctimas de persecución religiosa porque se negaron a estudiar el Corán, un libro sagrado para los musulmanes, en la escuela. Solo los cristianos y otras minorías religiosas por nacimiento no pueden estudiar el Islam.

En el caso de los hijos del pastor Nadharkani, se los considera convertidos al cristianismo y, por lo tanto, enfrentan dificultades para obtener el reconocimiento legal de sus estudios. En vista de esto, el pasado 23 de septiembre el líder religioso comenzó una huelga de hambre para llamar la atención de las autoridades sobre este caso.

Por lo tanto, el pastor y sus hijos esperan una decisión judicial que los favorezca, a pesar de la fuerte resistencia del fundamentalismo islámico a reconocer los derechos legales de la familia cristiana.

“Los niños no deben ser penalizados por su fe o por sus padres. Además, el propio Pastor Nadarkhani no debe ser arrestado por adoptar una religión o creencia de su elección, de acuerdo con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del cual Irán es miembro”, concluye la declaración.

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