Siete personas muertas y 15 rescatadas después de presunto exorcismo en Panamá

Los cuerpos de siete personas fueron encontrados en una fosa común en un área indígena de Panamá donde se creía que miembros de una secta religiosa realizaban exorcismos, dicen las autoridades.

Entre las víctimas había una mujer embarazada, de 32 años, y cinco de sus hijos, de uno a once años. El sexto era un vecino, de 17.

Otras quince personas fueron liberadas.

Diez personas han sido arrestadas bajo sospecha de asesinato. Se creía que los sospechosos y todas las víctimas pertenecían a la comunidad indígena Ngäbe-Buglé.

La tumba fue descubierta después de que tres aldeanos escaparon y se dirigieron a un hospital local el fin de semana pasado, dijo el fiscal Rafael Baloyes. Luego alertaron a las autoridades sobre varias familias retenidas por una secta dirigida por indígenas.

“Estaban realizando un ritual dentro de la estructura. En ese ritual, había personas detenidas contra su voluntad, siendo maltratadas”, dijo Baloyes. “Todos estos ritos tenían como objetivo matarlos si no se arrepentían de sus pecados”.

Dentro de la iglesia improvisada, los oficiales encontraron a una mujer desnuda, machetes, cuchillos y una cabra sacrificada ritualmente, dijo Baloyes. El sitio estaba controlado por una secta religiosa llamada la Nueva Luz de Dios, que se cree que ha estado operando en la región durante unos tres meses.

Según Baloyes, el secuestro y la tortura comenzaron el sábado pasado después de que uno de los miembros afirmó haber recibido “un mensaje de Dios”. Las víctimas fueron secuestradas de sus hogares, golpeadas y asesinadas.

Se espera que los sospechosos, que incluyen a un menor, comparezcan ante el tribunal el viernes o el sábado. Uno de ellos es el padre de la mujer embarazada que se encuentra en la tumba, ubicada a unos 2 km de la iglesia improvisada.

Los rescatados tenían lesiones corporales y, según los informes, incluían al menos dos mujeres embarazadas y algunos niños.