Italia propone el uso de brazalete electrónico como ‘ARMA’ contra el coronavirus

El Italia se propone el uso de brazalete electrónico como un arma para ganar la batalla coronavirus.

El dispositivo, desarrollado por una empresa italiana, tiene como objetivo controlar el respeto por la distancia de seguridad entre las personas y rastrea los contactos de una persona que dio positivo por Covid-19 .

Según France Press, a medida que se acercan los meses de verano en Europa, el nuevo dispositivo es muy útil, especialmente en spas, museos y monumentos, esenciales en la península para la industria del turismo.

El sector ha sido el más afectado por la emergencia de salud y se está preparando para enfrentar la temporada más difícil en su historia reciente.

El sistema también se puede utilizar en fábricas y empresas como un instrumento que permite a los empleados trabajar con calma, sin temor a contagio.

Llamado “Labby Light”, el sistema fue desarrollado por la empresa MetaWellness, con sede en Bari, en Pullas, al sur.

El brazalete se presenta como un reloj de pulsera, pero también se puede transformar en una especie de llave electrónica para llevar en la bolsa o un chip escondido detrás de la máscara protectora.

Con un costo de 25 euros sin impuestos, emite una vibración cuando se viola la distancia de seguridad de un metro en relación con otros usuarios y también registra todos los contactos que ha tenido.

Esto permite, en caso de contagio, determinar la cantidad de personas que entraron en contacto con el coronavirus para aislar rápidamente las posibles fuentes de infección y prevenir su propagación.

“Recibimos pedidos de resorts, cadenas hoteleras, escuelas y negocios”, dijo a la AFP Antonello Barracane, gerente de MetaWellness, una empresa innovadora especializada en bienestar y deportes.

El brazalete se parece al que hizo la compañía belga Rombit, que anunció en abril que estaba a punto de probar el dispositivo por primera vez en el puerto de Amberes para prevenir la infección por coronavirus en el lugar de trabajo.

El dispositivo debe ayudar a los empleados a observar las estrictas precauciones establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) contra la epidemia y, al mismo tiempo, garantizar el respeto a la privacidad del usuario.

Las dos compañías sostienen que sus sistemas respetan la privacidad y no se divulga información confidencial.

Un dentista de la ciudad de Bari, Giuseppe Di Bari, acordó probar el nuevo brazalete de covid-19, ya que lo considera interesante desde un punto de vista médico y legal.

“Permite evitar informes falsos si un paciente afirma haber contraído el virus en mi oficina. Sirve para demostrar que no tuvo contacto con ninguna persona positiva durante la consulta y que se respetó la distancia social durante su estadía en mi centro”, explicó. .

Di Bari les pide a sus pacientes que entren a su oficina con una máscara, protejan sus zapatos cubriéndolos y usen el nuevo brazalete electrónico.

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