Adolescentes cristianos enfrentan violencia física y emocional en el hogar

¿Cuantos tuvimos una adolescencia dentro de lo que cabe normal?, esto nos hace reflexionar que lo que vivimos en esa etapa nos marca un antes y un después en nosotros y el 18 de mayo, se celebra el Día Nacional para Combatir el Abuso y la Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes, y Open Doors recuerda cómo la conversión de un cristiano en un país donde la mayoría de la población profesa otra fe implica cambios drásticos, como situaciones de abuso provenientes de la propia familia, hostilidad de la comunidad y desesperanza hacia el futuro.

Entre las estrategias de ayuda están el discipulado y capacitación, la organización que apoya a los cristianos perseguidos en países hostiles alienta a los seguidores de Jesús a soportar los reveses de una manera bíblica. Pero, muchos cristianos no soportan una fuerte opresión. La mayoría de ellos abandonan la nueva fe, pero en casos más serios como el joven Chongya, el final de la historia puede ser aún más trágico.

En Bangladesh, Chongya, de 16 años, y su hermano mayor, Singya, tuvieron un encuentro con Cristo en 2019. Sus padres estaban en contra e intentaron que sus hijos volvieran al budismo, obligaron a los niños cristianos a seguir los preceptos y rituales de su antigua religión. En una ocasión, la madre trajo un ídolo y exigió que los jóvenes lo adoraran, pero no obedecieron y fueron expulsados ​​de su hogar.

Sin embargo los padres se quedaron con los ahorros de su hijo menor por seguridad, por lo que el niño les pidió que devolvieran el dinero para poder subsistir sus necesidades futuras. Pero los padres se negaron y comenzaron a ofender al niño.

Después de unos días del incidente, Chongya se suicidó en su casa en la aldea de Bandarban, en el este de Bangladesh.

Sin embargo “Los padres tenían miedo de ser arrestados. Querían completar el servicio fúnebre rápidamente, por lo que no estaban en contra de que enterraran al hijo según los ritos cristianos”, explicó un empleado de Portas Abertas en el país.

El padre de Chongya culpa a su esposa por la muerte de su hijo menor. El primogénito, por otro lado, pasa por el trauma de perder a su hermano y ahora vive con sus abuelos.

Los casos de acoso a los jóvenes son comunes, ya que muchos de ellos no pueden mantenerse a sí mismos sin la ayuda de sus padres. Por esta razón, enfrentan abusos psicológicos y físicos a diario por parte de miembros de la familia, vecinos, maestros e incluso autoridades locales, por el amor de Jesús, incluso si seguir a Cristo les cuesta la vida.

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