Los terroristas no cantarán la victoria sobre la Iglesia, dicen los cristianos en Nigeria

A pesar de la situación a nivel del mundo y de las medidas de cuarentena y lejanía promulgadas debido a la pandemia de coronavirus en Nigeria, no han cesado los ataques y se han reportado varios en el norte de Nigeria, dejando como consecuencias el asesinato de al menos a 27 personas en las últimas tres semanas, incluidas cuatro mujeres y ocho niños.

Familias enteras son asesinadas, madres con sus hijos en brazos son abatidos ante la vista impune del gobierno.

El evangelio en esta parte del mundo es muy distinta ya que los cristianos en el área del gobierno local de Kajuru, en el estado de Kaduna, enfrentan ataques dirigidos por terroristas islámicos hausa-fulani. Los misioneros que trabajan en el país están pidiendo oración por los cristianos desplazados y los valientes que han regresado a sus comunidades casi destruidas, todos enfrentando una grave escasez de alimentos debido a la crisis mundial. Los pastores locales lideran las congregaciones mientras enfrentan una escasez desesperada.

En testimonio a la Misión de Puertas Abiertas, los creyentes locales explicaron qué motivó su coraje para regresar.

“Debemos regresar para que los yihadistas no canten una canción de victoria sobre la Iglesia de Jesucristo”, explicó uno.

El ataque más reciente ocurrió cuando grupos de hombres armados invadieron las comunidades de Bakin-Kogi, Idanu y Makyali entre el martes por la noche y el miércoles por la mañana (13 de mayo). Aunque las cifras reportadas son algo conflictivas, parece que al menos una persona fue asesinada en Bakin Kogi y ocho en Makyali. Muchas personas huyeron por sus vidas y se escondieron en el monte.

La violencia continúa en el estado de Plateau

Los cristianos en la región de Bassa, en el estado de Plateau, también se han enfrentado a continuos ataques terroristas de Fulani. Cuatro jóvenes murieron en las primeras horas del domingo en una emboscada en el distrito de Kwal, mientras que otro, sospechoso de estar entre los atacantes, fue asesinado.

Las cuatro víctimas fueron emboscadas  cuando regresaban a Miango de Kwal alrededor de las 9 pm. Los atacantes mataron a tres de los hombres, mientras que el cuarto murió en el Hospital Enos Miango el lunes en la mañana. Sin embargo cuando la comunidad se levantó en defensa propia, los residentes fueron objeto de fuertes críticas por parte de un asentamiento vecino de personas del grupo étnico Fulani.

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