“El Monte del Templo está en nuestras manos” las palabras que todavía sacuden a Israel 53 años después
El comandante Gur rompió el silencio de la radio y dijo: “El Monte del Templo está en nuestras manos”.
El 7 de junio de 1967, la 55 ° Brigada de Paracaidistas del Comandante Mordechai (Motta) Gur rompió las defensas jordanas. Lo que sucedió después resonó en todo el mundo y electrificó al pueblo judío.
Fue la primera vez que el pueblo judío controló el sitio más sagrado del judaísmo en más de 2,000 años.
“En seis días, regresamos a la tierra bíblica de Israel, todas las montañas de Judea, Samaria, los Altos del Golán. Regresamos a la ciudad vieja de Jerusalén. El rabino Yehudah Glick le dijo a CBN News.
“Fue liberado y reunificado y aquí estamos 53 años después, un nuevo gobierno, Jerusalén está unida. Es fabuloso, es la Palabra de Dios que sale del libro, materializándose y convirtiéndose en una realidad en nuestro tiempo frente a nuestros ojos “.
La victoria de Israel en la Guerra de los Seis Días sorprendió al mundo y se convirtió en un punto de inflexión para la inmigración judía de regreso a su tierra.
“En todo el Antiguo Testamento, Dios dice que va a atraer al pueblo judío de regreso a la tierra. Pero lo interesante es en ese momento, cuando Mordechai Gur, el general israelí dijo en la radio, “el Monte del Templo está en nuestras manos”. Cuando eso se transmitió, no solo a través de Israel sino a nivel mundial. Electrificó comunidades judías en todo el planeta. El nivel de Aliyah, los judíos que abandonaron sus países exiliados y regresaron a la tierra de sus antepasados se disparó en los años venideros “, explicó el autor más vendido del New York Times, Joel Rosenberg.
“Jerusalén es el epicentro”, dijo a CBN News. “Sabes que durante 4.000 años la gente ha querido esta ciudad y han luchado mucho para conseguirla. Y, por lo tanto, el hecho de que Israel la controle hoy es bíblica, es profética pero también es complicado, y debemos estar orando por la paz de Jerusalén y orando para que Israel esté seguro “.
Sin embargo, más de 50 años después de la batalla por Jerusalén, Rosenberg dice que Israel y su capital permanecen en primera línea.
