Indígenas cristianos son acusados ​​de propagar coronavirus a la comunidad

“Algunas aldeas indígenas en el norte del país culparon directamente a los cristianos por romper el concepto de” armonía “en estas áreas y por llevar la enfermedad a las comunidades”, dijo Camilo Ruiz, coordinador de investigación y comunicación en Portas Abertas .

“Por esa razón, no dudan en arrestarlos y obligarlos a renunciar a su fe”, agregó.

Uno de estos grupos indígenas son los indios arahuacos que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta, en el norte de Colombia. Son una comunidad étnica ancestral que mantiene costumbres religiosas y espirituales antiguas y tradicionales.

Sus vidas sociales y privadas están organizadas bajo los principios de armonía entre el hombre y la naturaleza.

“Creen que la conversión al cristianismo por parte de un miembro nativo de su comunidad destruye la armonía con el reino espiritual y, como tal, provoca todo tipo de desastres, como sequías, hambre, enfermedades y, finalmente, la muerte”, explica Ruiz.

En las últimas semanas, han aumentado los incidentes de persecución contra los cristianos en las zonas rurales del país. Durante la primera semana de mayo, dos cristianos, Isabel * e Isaac * fueron arrestados en un lugar llamado “El Escondido” (el lugar oculto) en las profundidades de una cordillera muy remota.

Según la información de un líder religioso cristiano local, los dos fueron arrestados durante una reunión de oración. “Se reunieron, como siempre, para alabar a Dios”, explicó el líder.

Los jefes indígenas consideran que cualquier cristiano reunido es una violación grave de las costumbres religiosas locales. Los líderes indígenas creen que expulsar a los cristianos convertidos de sus comunidades ayudará a poner fin al coronavirus .

En los últimos meses, algunas de estas comunidades indígenas han radicalizado la forma en que tratan a los cristianos, ya que están convencidos de que la pandemia es un castigo enviado por sus deidades por permitir que los cristianos vivan entre ellos. Aquellos que deciden seguir a Jesús ya no son bienvenidos en sus propias comunidades. Son rechazados, abandonados y corren el peligro de perder todo lo que tienen, tanto sus activos como sus medios de subsistencia.

En circunstancias normales, ser cristiano convertido en estas comunidades es difícil. Ahora, con el coronavirus colgando como una maldición en la cabeza de todos, los cristianos en estas áreas remotas de Colombia son chivos expiatorios.

Sin embargo, Portas Abertas está presente en el sitio, ayudando a estos cristianos a recuperar sus derechos, sus hogares y su participación en las comunidades. A través de asistencia legal, solicitando a las autoridades locales, la organización apoya a los cristianos que viven en comunidades indígenas y que no tienen la fuerza o el conocimiento para luchar por sus derechos. Además, Portas Abertas ofrece asistencia de emergencia.

-Nombres cambiados por razones de seguridad.

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