Irán impondrá la pena de muerte a los cristianos que tengan o vean servicios o estudios en línea

Irán puede imponer la pena de muerte a los cristianos a pesar que la mayor parte del mundo ha caído en la pandemia de coronavirus.

En un esfuerzo por combatir la propagación de COVID-19, las autoridades de todo el mundo han pedido o exigido que los locales se queden en sus casas.

Esto significa que muchos grupos cristianos, incluidas las iglesias locales, se han visto obligados a celebrar sus servicios y otras reuniones en línea.

Pero la elección de los servicios en línea en lugar de los servicios presenciales se hizo realidad durante la pandemia. Sin embargo, lo que tal vez pocas personas sepan es que hay una nueva ley en Irán que podría evitar que las iglesias mantengan sus servicios en línea también.

El hecho es que la ley se convierte en un factor agravante en medio de la intolerancia religiosa ya vigente en el país musulmán.

“Tradicionalmente, Irán tiene una ley muy estricta sobre quién es musulmán y se convierte en cristiano”, dice Ansari. “Desaprueban esto y los castigos son muy severos: encarcelamiento o incluso la muerte”.

Las Leyes en otro Nivel

Recientemente, estas estrictas leyes han elevado otro nivel.

“Irán está acusando a nuestros ministerios y a otros de introducir manipulaciones psicológicas desviadas o propaganda contraria al Islam, ya sea en el espacio real o virtual. Ahora estamos etiquetados como sectas y castigados con multas, encarcelamiento, flagelación o incluso una sentencia de muerte ”, agrega.

La nueva ley indica que no solo los ministerios, sino también los grupos de asesoramiento, las iglesias o cualquier enseñanza contraria al Islam se pueden etiquetar como “desviaciones” o “manipuladores”.

Si alguien quiere compartir un versículo de la Biblia en respuesta a las redes sociales de un amigo, está dispuesto a rezarle a Jesús durante una videollamada, crea una serie de videos que explican los problemas del Islam … en Irán, cualquiera de estas cosas puede conducir a pena de muerte.

Y, sin embargo, esta nueva enmienda pasó desapercibida. Muchos ciudadanos todavía ven a Irán como un país libre, en gran parte porque, para la mayoría de los musulmanes, tienen libertad y los cristianos siguen en minoría, a pesar del notable avance del cristianismo en el país.

“Desafortunadamente, la realidad es que el iraní promedio que está en Irán no está enfocado en grupos minoritarios”, dice Ansari. “Es como un viejo ejemplo; cuando pones la rana en agua hirviendo, la rana salta, pero si pones una rana en agua fría y aumentas lentamente la temperatura, la rana no se dará cuenta del peligro y morirá”.