El intento del gobierno comunista de China de controlar el crecimiento de las minorías religiosas y étnicas está adquiriendo características genocidas. Esto es lo que señala un nuevo informe, según información del médico obstetra Hasiyet Abdulla.

Abdulla trabajó durante 15 años en la región autónoma uigur de Xinjiang, en el noroeste de China. Ella concedió una entrevista a Radio Free Asia contando detalles sobre cómo trabaja el Partido Comunista Chino para reducir la población de minorías étnicas, como los musulmanes uigures.

Los hospitales, según Abdulla, recibieron órdenes estrictas de cumplir con las normas de planificación familiar, que incluyen el aborto y la muerte de los recién nacidos.

“Cada hospital tenía una unidad de planificación familiar que era responsable de la implementación, que tenía cuántos niños cuando daba a luz, monitoreaban todo eso”, dijo.

“Las regulaciones eran tan estrictas: tenía que haber tres o cuatro años entre [la hora del nacimiento] de los niños. Hubo bebés que nacieron a los nueve meses que matamos después de inducir el parto. Hacían esto en las maternidades, porque esas eran las órdenes ”, dijo Abdulla.

Quando os bebês sofriam tentativa de aborto e mesmo assim conseguiam sobreviver, a equipe médica “até matava os bebês depois de nascidos”, segundo a obstetra. Grande parte dessas medidas, segundo a Gazeta do Povo, é contra o crescimento de minorias religiosas como os uigures.

Os hospitais, médicos ou familiares que resistirem às medidas podem sofrer punições, por isso os profissionais acabam cumprindo a determinação do Partido Comunista, mesmo quando os bebês sobrevivem ao aborto.

“Eles matam os bebês quando nascem”, disse Abdulla. “É uma ordem que vem de cima, é uma ordem impressa e distribuída em documentos oficiais. Os hospitais são multados se não cumprirem, então é claro que eles fazem isso.”

O relato da médica obstetra, portanto, revela que a perseguição religiosa na China não é só contra os cristãos, mas contra minorias religiosas em geral, e que o governo está disposto a cometer verdadeiros absurdos em nome do controle ideológico e populacional.