China mantiene a miembros de grupos religiosos en campos de concentración

Los seguidores de grupos religiosos como la Iglesia de Dios Todopoderoso, Falun Gong y los testigos de Jehová están siendo sometidos a un “lavado de cerebro” mientras se mantienen en campos de concentración hasta que renuncien a su fe y se liberen de otros religiosos.

Según un documento emitido en 2018 por el régimen comunista chino en una localidad de Xinjiang, los miembros de los grupos religiosos deben ser enviados para “transformación” a través de “campos de educación” y retenidos indefinidamente en estos lugares hasta que abandonen sus creencias, si volviéndose ateos.

Según información del sitio web Bitter Winter , medio especializado en difundir denuncias sobre persecución religiosa en el país, la liberación de miembros de estos grupos depende de que cumplan cinco obligaciones, entre las que se incluye la firma de un documento en el que se comprometen a dejar de asistir a actividades religiosas. , deshacerse de todos los materiales religiosos en su posesión, criticar públicamente su creencia prometiendo romper con ella, difundir información sobre otros eventos religiosos o del tipo que están sucediendo y ayudar al régimen a transformar el pensamiento de otros creyentes.

Se dice que el régimen liderado por Xi Jinping está persiguiendo y reprimiendo brutalmente a varios grupos religiosos para promover el ateísmo en China. Esto incluye arrestos, campos de concentración, adoctrinamiento forzado y tortura. Entre los grupos se encuentran las minorías uigures y musulmanas.

Uno de los religiosos que pasó por un “campo de educación”, informó que fue detenido con otras 100 personas pertenecientes a una iglesia , con al menos 4.000 detenidos, la mayoría pertenecientes a la minoría uigur. Informa que 12 personas fueron detenidas en la celda y tuvieron que turnarse para dormir en el piso, ya que no había suficientes literas para todos.

“El campo funcionaba como una prisión”, recuerda. “Cualquiera que se negara a cantar canciones comunistas no podía comer, o todos los compañeros de celda podían ser castigados y enviados a confinamiento solitario”, continuó.

Los detenidos eran enviados a siete sesiones de adoctrinamiento por día, todos los cuales asistían al mismo “aula”, supervisados ​​de cerca por guardias. “El campo funcionaba como una prisión”, recuerda el miembro del CAG. “Cualquiera que se niegue a cantar canciones rojas no puede comer, o todos los compañeros de celda pueden ser castigados y enviados a confinamiento solitario”.

A los testigos de Jehová les resulta más difícil cantar canciones revolucionarias, ya que el grupo practica lo que ellos llaman “neutralidad política”, evitando involucrarse en asuntos estatales. También se niegan a cantar himnos oficiales chinos, como el Himno Nacional o participar en el saludo a la bandera.

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