Nueva York restringe las reuniones de cristianos y judíos, pero libera las reuniones de musulmanas
El distrito de Queens en Nueva York tiene una gran población de musulmanes y cada otoño celebran una gran procesión en honor al nieto de Mahoma, cuyo martirio inició la división entre chiítas y sunitas.
A pesar de las restricciones de Covid-19 sobre cristianos y judíos, el 4 de octubre un gran grupo de musulmanes marchó por la calle principal de Flushing, la mayoría sin máscaras, cantando y golpeándose el pecho desnudo, sin autoridades a la vista, según un informe de Daniel Greenfield en The Jewish Voice.
“Es una de varias reuniones masivas chiítas en Nueva York y Nueva Jersey”, señala Greenfield.
A diferencia de las reuniones ortodoxas judías o cristianas, los medios de comunicación no las cubrieron como una amenaza pública. “El gobernador Cuomo y el alcalde Bill de Blasio no culparon a los musulmanes por la propagación del virus ni declararon una ofensiva que cerraría las mezquitas”, señaló.
La procesión de Queens tuvo lugar en un distrito de observación, donde los casos de Covid van en aumento.
dos pesos y dos medidas
Hace dos meses, el gobernador Cuomo amenazó con tomar medidas enérgicas contra los matrimonios judíos ortodoxos y culpó a las comunidades judía y católica de difundir Covid, pero no mencionó los eventos musulmanes.
El día después de la procesión musulmana del 4 de octubre, Cuomo dijo: “Mañana tengo que decirle a la comunidad ortodoxa: ‘Si no estás dispuesto a vivir según estas reglas, cerraré las sinagogas'”.
“Los medios de comunicación afirmaron de manera generalizada y errónea que los brotes estaban ocurriendo solo en códigos postales con grandes comunidades judías ortodoxas. Eso era falso, especialmente cuando se trataba de Queens ”, señaló Greenfield.
El representante Jerrold Nadler, quien dijo que la violencia en Antifa es un mito, ayudó a distribuir una petición en apoyo de la represión de Cuomo y De Blasio a los judíos de un grupo de rabinos creado a principios de este año para luchar por la justicia social.
La petición fue escrita por Sharon Kleinbaum de la Congregación Beit Simjat Torá, un templo gay.
“El trato diferente dado a las reuniones religiosas por judíos ortodoxos y musulmanes chiítas es una demostración preocupante de cómo el antisemitismo está arraigado en la interseccionalidad de la izquierda”, dijo.
“El racismo sistémico es una mentira. El antisemitismo sistémico es real ”, dijo.
