Iglesia Evangélica atacada con ratas asesinadas por “traicionar” el catolicismo en España

El pastor Julio García Celorio se enfrentó a una terrible escena cuando llegó a la Igreja Nova Vida de Santander, en la costa norte de España , el día de Navidad: 30 ratas muertas fueron colocadas fuera del edificio, en medio de carteles con insultos. 

Entre las ofensas se encuentran frases como: “Cristo, María y España. ¡Fueron ratas protestantes y luteranas! ”; “Dios no murió en la cruz para alimentar a traidores como tú” y “la España católica, apostólica y romana: ¡aparte de las ratas protestantes y luteranas!”

El párroco, que ha sido objeto de varias infracciones a lo largo de los 40 años al frente de la iglesia en la región de Cantabria, consideró que se trataba de “la gota que colmó el vaso” y, animado por los miembros, presentó una denuncia a la Policía.

Julio García, de 59 años, sintió que volvía a la Edad Media ante esa escena. “Parece que siempre deberíamos pedir disculpas por ser diferentes”, dijo al diario El País.

Señala que la fe protestante ha sufrido numerosos obstáculos en España , pero hoy el trabajo de la iglesia es fundamental en la sociedad: durante 26 años su congregación ha estado apoyando a las víctimas de la trata y haciendo trabajo social con los internos en Santander.

El simbolismo de las ratas tiene un peso aún mayor en el acto de intolerancia al templo evangélico: el número 30 representa las monedas de plata de la traición de Judas a Jesús.

A pesar de hacer la denuncia, García admite que pensó en no acudir a la policía, porque siente que, al igual que el “terrorismo”, la difusión de este tipo de atentados brinda “la ventaja de la propaganda” a los responsables. 

Un portavoz de la Policía Nacional de Cantabria dijo que la institución está “al tanto de estos temas” e investigará “los delitos de odio”.

Intolerancia religiosa

El abogado Charo Alises, especializado en delitos de odio, cree que este ataque denota hostilidad hacia el protestantismo y sugiere que “el espíritu del ataque tiene un motivo discriminatorio”.

Esteban Ibarra, presidente del Movimiento Contra la Intolerancia, también define el ataque como un “crimen de odio” y califica a los infractores de “fanáticos”. Dice que hay una tendencia creciente de ataques contra sinagogas, mezquitas e iglesias evangélicas en España.

La persecución religiosa tiene como objetivo al menos 450 de los 12.000 protestantes de Cantabria, un grupo que, según Julio García, estaba “mal visto” hasta hace muy poco. El pastor cree que la fe cristiana no requiere homogeneidad de pensamiento: “La mayoría son católicos por su cultura, pero no se puede estar en comunión con la Iglesia”. 

En respuesta al ataque, el Ayuntamiento puso a disposición una patrulla especial para monitorear eventos similares. García también se reunió con el presidente del Parlamento de Cantabria, Joaquín Gómez, quien le mostró su apoyo.

El objetivo de la iglesia es que los responsables estén identificados y, sobre todo, que aprendan a respetar. “El pensamiento protestante es el de la libertad de conciencia, no todo el mundo debería pensar lo mismo”, destaca el pastor.

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