El terror ha vuelto… El Estado Islámico ataca a Siria con decapitaciones y bombardeos

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) lanzó más de 100 ataques en el noreste de Siria el mes pasado, además de la violencia nocturna en muchas ciudades y pueblos. La violencia se concentra en la provincia desértica de Deir al-Zour.

Un investigador sirio conocido como Ali (un nombre ficticio por razones de seguridad) recopiló varios datos sobre los ataques e identificó sus diversas formas, incluidas decapitaciones, motociclistas suicidas, asesinatos, bombas y secuestros.

Derrota derrotada

En el apogeo de su éxito, el autoproclamado “califato” del Estado Islámico se extendió por vastas áreas de Siria e Irak, y controló una región casi del tamaño del Reino Unido o del Estado de São Paulo. Pero después de sufrir una serie de derrotas significativas, los yihadistas perdieron su último territorio en marzo de 2019.

En ese momento, el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció que el grupo había sido “100% derrotado”, pero esa declaración resultó estar lejos de la realidad. En 2020, el Estado Islámico afirmó haber llevado a cabo casi 600 ataques en Siria y más de 1.400 en el vecino Irak.

Ataques recientes

Según BBC Brasil, 40 personas fueron asesinadas por una célula dormida del Estado Islámico que tendió una emboscada a un autobús. Ali dice que los civiles son más vulnerables después de que se pone el sol. “Por la noche, tienen miedo y terminan en manos de los combatientes de ISIS”, dijo.

Según Ali, la gente solía acudir a las autoridades en busca de protección, pero sin éxito, porque la policía aseguraba que no tenían suficientes armas para combatirlos. Amira (otro nombre ficticio), dice que su ciudad ahora es un lugar aterrador después de que cae la noche. “Se mueven atacando casas y amenazando a la gente, pero eso también ocurre durante el día. No hay día que pase sin que mueran una o dos personas ”, reveló.

Oportunistas

Los comerciantes y otros empresarios también están siendo atacados, a menudo a través de mensajes de texto o llamadas telefónicas amenazantes. Se les instruye que paguen grandes cantidades, a veces hasta $ 5,000, o que vean a sus familiares asesinados o secuestrados.

Algunos delincuentes locales disfrutan ahora de este clima de miedo al pretender pertenecer al Estado Islámico y exigir dinero con amenazas similares. Amira dice que como las fuerzas de seguridad locales no lograron evitar esto, algunas personas han solicitado la ayuda de los propios yihadistas.

“Recientemente, tres hombres estaban amenazando a personas, diciendo que eran del Estado Islámico. Pero en lugar de pagar, la gente preguntó a los yihadistas si realmente eran miembros de ellos. El Estado Islámico dijo que no lo estaban y mató a los tres ”, dijo.

Terreno fértil en medio de la pandemia

Hay unos 10.000 combatientes del Estado Islámico en Siria e Irak, estiman los expertos de las Naciones Unidas (ONU). El subsecretario general de lucha contra el terrorismo de la institución, Vladimir Voronkov, teme que el grupo vuelva a ser una amenaza creciente.

“Después de su derrota territorial en Irak y Siria en 2019, el Estado Islámico ha comenzado a reconstituirse en una red secreta y esa fuerza está avanzando”, dijo a la BBC. Algunos temen que, con gran parte del mundo preocupado por la pandemia del covid-19, la situación podría empeorar aún más.

Entre ellos está Amira. Ella insiste en que, a menos que se realicen más esfuerzos para combatir la amenaza yihadista, un número cada vez mayor de lugareños puede considerar lo siguiente: “Si no puedes vencerlos, únete a ellos”.

“Si la situación continúa como está, creo que la gente volverá a apoyar al EI en el área. Porque cuando el Estado Islámico estaba en control, sí, daba miedo y sí, estaban matando gente, pero había algún tipo de seguridad de alguna manera, en comparación con la situación actual ”.

¿Cómo es la situación de los cristianos locales?

Con la continua guerra civil en Siria, la persecución de los cristianos solo se ha intensificado a lo largo de los años. Más recientemente, llegó la crisis económica provocada por COVID-19. Y ahora el regreso de los ataques del IS. Se sabe que en las zonas controladas por este grupo violento, el cristianismo está expresamente prohibido. Por tanto, las predicciones sobre la situación de los cristianos no son buenas.

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