Los ateos piden al FBI que deje de promover las oraciones y la consejería pastoral
Una organización que milita por los ateos y agnósticos en los Estados Unidos, Freedom From Religion Foundation, advierte al FBI por difundir la fe cristiana dentro de la Oficina Federal de Investigaciones.
En un comunicado publicado el 9 de marzo, la FFRF dice que un funcionario del FBI denunció su preocupación por el aumento de la “promoción religiosa” en la unidad policial.
“El FBI supuestamente tiene un capellán que ofrece una invocación cristiana en las ceremonias de graduación del FBI y permite que las figuras religiosas ingresen a la sección VIP durante los eventos en la Academia del FBI”, dice la organización atea en un comunicado.
También afirman que una supervisora del FBI, la subdirectora Renae McDermott, envió un correo electrónico del capellán de la Academia a todos los empleados, con el siguiente mensaje: “Hay un poder divino a cargo de todas las cosas. Todos ustedes son muy estimados y he estado orando por ustedes y sus seres queridos todas las semanas llené la capilla con Biblias, MP3 y folletos para todos”.
Los ateos también critican las oraciones hechas en los eventos del FBI, como las ceremonias de graduación de la Academia.
Capellanes del FBI
El FBI tiene un programa de capellanía con alrededor de 130 capellanes, quienes trabajan para brindar ayuda psicológica, emocional y espiritual a los empleados del Departamento de Investigación.
El programa de capellanía también fue blanco de la denuncia de los ateos, que afirmaban que el FBI “apoya la religión en general y el cristianismo en particular”. “Por eso la FFRF aconseja a la Academia que ponga fin a su programa de capellanía”, preguntan.
Soporte espiritual
Según el FBI, los capellanes están protegidos por las reglas del lugar de trabajo, pero no se les paga. Muchos son capellanes de otras organizaciones o dirigen sus propias congregaciones. La unidad policial también señala que “no hacen proselitismo durante su trabajo con el FBI”.
Los capellanes pueden ayudar a responder las preguntas más profundas en los corazones de los empleados del FBI que son testigos de tragedias o problemas personales, a diferencia de otros profesionales capacitados para lidiar con la salud mental.
