Viudas duermen en colchones por primera vez después de las donaciones de los misioneros en África

Es difícil imaginar que las personas nunca hayan tenido una cama cómoda para dormir y descansar después de un largo día de trabajo. Pero esta es la realidad de muchas viudas que viven en la pobreza extrema en Burkina Faso, África: nunca durmieron en un colchón.

Los misioneros brasileños de la ONG misionera CACEMAR (Centro de Recepción, Casa Esperança y Missão Refúgio), que opera en el país, donaron colchones a tres viudas que dormían sobre esteras en el piso en la ciudad de Bobo Dioulasso.

“Estas son mujeres que tienen más del doble de nuestra edad y nunca durmieron en un colchón, ni sabían lo que estaban acostadas en un colchón”, explicó la misionera de Guiame Kamila Bianchi, de 31 años, directora de CACEMAR.

Dice que las viudas que recibieron los colchones se mostraron muy agradecidas y felices con el gesto: “Se mostraron muy agradecidas y celebraron con pequeños saltos de alegría y bailes típicos. Es muy bonito ver su alegría ”.


Las viudas de Bukina Faso viven en la pobreza extrema porque están indefensas cuando muere su marido. 

El misionero CACEMAR explica que las viudas en Burkina viven en una situación de vulnerabilidad social porque están legalmente desamparadas cuando muere su esposo. Pierden sus derechos de propiedad y la custodia de sus hijos. Estas mujeres tampoco ganan una pensión ni una ayuda del gobierno.

“Estas viudas viven ahora en la pobreza extrema. Los mayores son los que más sufren, porque no encuentran un trabajo mejor y terminan en trabajos muy pesados. Muchos de ellos se convierten en picapedreros en la calle para vender grava o arena para las obras de construcción ”, dice Kamila.

 Proyecto frutos de nuestra tierra

Desde 2015, el proyecto “Frutos de nuestra tierra” de CACEMAR ha brindado asistencia social a estas viudas, en la capital de Burkina Faso, a través de la agricultura. Las mujeres cultivan alimentos para su propio consumo y también para vender. En el huerto comunitario se siembra maíz, calabacín, jiló, berenjena, quimbombó y tomates.

La ONG también visita a las viudas en sus hogares, trayendo café y té y, cuando es posible, alimentos no perecederos. En esa ocasión, los misioneros hablan del evangelio, cantan y bailan con las mujeres.

“Buscamos potenciarlos. Devolver alegría a sus hogares y generar frutos para sus mesas ”, dice la misionera Rejane Kologo, fundadora de CACEMAR.

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