Para experto, la persecución contra los cristianos aumentará en el gobierno de Biden

Linda Thomas-Greenfield, la nueva embajadora de Estados Unidos ante la ONU, designada por Joe Biden, ha demostrado que no insistirá en usar sus poderes para proteger a los cristianos perseguidos de todo el mundo.

La experta en contraterrorismo Hedieh Mirahmadi, una ex musulmana que entregó su vida a Cristo y ha trabajado arduamente en círculos políticos desde 1998, dijo que la situación de los cristianos perseguidos podría empeorar.

Analizó los comentarios recientes del embajador Thomas-Greenfield sobre la celebración de la Asamblea General de la ONU en el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial.

Hedieh se dio cuenta de que Linda no había comentado sobre el tema de la persecución de los cristianos en el Medio Oriente y la matanza que ha tenido lugar en los países africanos, centrándose solo en el movimiento Black Lives Matter y los problemas raciales de Estados Unidos.

Libertad religiosa bajo control

El experto describió que Estados Unidos ha impedido la persecución de grupos religiosos desde que entró en vigor la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998 y creó un embajador general para la libertad religiosa.

En la administración Obama, las cuestiones de la libertad religiosa también han pasado a un segundo plano frente a las personas LGBTQ, y ahora Linda también ha abogado por una reducción de la financiación para las agencias en Uganda y Nigeria que discriminan a la comunidad.

Sin embargo, no mencionó ningún problema de discriminación contra grupos religiosos. En su discurso, reprendió a China y Myanmar por cometer genocidio contra las minorías musulmanas y luego solo habló sobre cuestiones raciales.

En su artículo en The Christian Post , Mirahmadi dijo que si Estados Unidos no hace esfuerzos diplomáticos para defender a las minorías cristianas y sus comunidades, sus vidas podrían estar en grave peligro.

“Más de 340 millones de cristianos enfrentan altos niveles de persecución y discriminación, mientras que el número de cristianos asesinados por su fe ha aumentado en más del 60 por ciento desde el año pasado”, escribió. “Además, si el primer discurso oficial de Thomas-Greenfield es un termómetro de lo que está por venir, la persecución cristiana puede llegar a nuestras propias espaldas”, continuó.

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