Covid-19 descontrolada en India: “Con agonía expresamos que líderes de iglesias están falleciendo”, dicen los evangélicos

India está experimentando una situación de descontrol con la epidemia de la Covid-19. En las últimas semanas los casos no han dejado de multiplicarse, superando las cifras registradas días tras día. Si el 27 de marzo el país registraba poco más de 62.000 nuevos contagios al día, para el 27 de abril alcanzaba los 246,48 por cada millón de habitantes, según Our World in Data. Es decir, más de 323.000 nuevos infectados en solo una jornada.

En cuanto a los fallecidos por coronavirus, India ha alcanzado ya la cifra de los 201.187, después de que solo en este 27 de abril hayan perdido la vida 3.293 personas a causa de la Covid-19. En el país, el segundo más poblado del mundo, muchas instalaciones sanitarias están colapsadas, sin capacidad para atender a todas las personas que se contagian ni suministrarles oxígeno. “La gente está muriendo sin disponer de oxígeno en los hospitales, una cama de UCI o un médico. El sistema sanitario está colapsado. Esta situación se da tanto en las ciudades como en los pueblos y comunidades rurales. Aunque las pruebas PCR son gratuitas en los hospitales públicos, cuestan 20 dólares en las instalaciones médicas privadas, lo cual es demasiado para cualquiera que necesite ayuda urgente. Y un tratamiento médico en un hospital privado para soporte de respiración durante diez o doce días cuesta alrededor de mil dólares, así que la gente evita ir a los hospitales”, explica el pastor Finny Philip, director del Seminario Bíblico Filadelfia en Udaipur, pastor de una iglesia pentecostal y director adjunto internacional del Movimiento Lausana.

Las imágenes de los crematorios en campos abarrotados de cadáveres han dado la vuelta a todo el mundo. “Se realizan cremaciones y entierros masivos, incluso en los caminos. Los cuerpos alinean para la pira funeraria durante horas, antes de ser incinerados. Se amontonan de forma inhumana en los hospitales y fuera de ellos, a causa de la falta de espacio en los depósitos de cadáveres”, señala Philip. Varios países de la comunidad internacional, como Estados Unidos y España, han anunciado el envío de material sanitario a la India. La Unión Europea también está tramitando la movilización de ayuda humanitaria para enviarla al país asiático.

“A nadie le gustaría pasar por lo que estamos pasando”
Las iglesias y comunidades evangélicas del país también están siendo muy afectadas por la situación de descontrol en la propagación del virus. “Con demasiada agonía en nuestro corazón, queremos expresar que, uno tras otro, nuestros líderes de iglesias, pastores y miembros de nuestras congregaciones están falleciendo. La única razón de su desaparición es la Covid 19. No podemos llorar más, las lágrimas de nuestros ojos se han secado por completo”, expresa en una carta el coordinador de las Iglesias del Pacto de la India, una entidad vinculada a la Federación Internacional de Iglesias Evangélicas Libres, Steven David.

“Estoy oficiando en los funerales de hermanos, uno tras otro, hermanos a los que había impuesto mis manos para para ordenarlos al ministerio pastoral en el pasado. A nadie le gustaría pasar por lo que estamos pasando. Nuestros corazones están totalmente rotos, estamos destrozados por dentro. Sus esposas viudas y sus hijos huérfanos están, de repente, mirándonos, esperando una respuesta. Se preguntan una y otra vez, ¿qué haremos ahora? ¿A dónde iremos? ¿Cómo vamos a sobrevivir después de esto? ¿Y quién puede ayudarnos? Sus preguntas son dolorosamente ciertas. Ahora tienen que desalojar la casa pastoral donde han vivido hasta la fecha. Y no hay pensión de viudedad por el servicio de sus maridos que pudiera ayudarles ante esta situación. Esta es una gran responsabilidad que debemos asumir con compasión. La iglesia necesita dar algunos pasos firmes para ayudarles”, remarca el líder evangélico.

También Finny Philip asegura que han muerto “muchos obispos, pastores y evangelistas”. “Hemos perdido a once de nuestros líderes clave. Los pastores luchan por cubrir los gastos del tratamiento médico. Los creyentes están pasando por un momento difícil, y por apuros económicos a causa de los confinamientos parciales. En nuestra iglesia local hemos perdido a algunos miembros por Covid-19. Hay historias horribles, como la de uno de nuestros miembros que fue llevado de urgencias al hospital pero tuvo que esperar durante horas porque no habían camas, y luego lo llevaron a otros tres hospitales más antes de ser finalmente admitido en uno. Pero ya era demasiado tarde”, explica.

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