Gobierno del país Vasco aprobará una ley “para proteger y garantizar la apertura de nuevos centros de culto”

El gobierno del País Vasco aprobará en los próximos días un proyecto de Ley de Lugares, Centros de culto y Diversidad religiosa con el objetivo de “proteger y garantizar la apertura de nuevos centros de culto” y de “ofrecer una cobertura jurídica a la pluralidad religiosa, protegiendo y garantizando la convivencia y el diálogo en igualdad de condiciones de todas las confesiones asentadas en Euskadi”, según ha explicado la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas sociales, Beatriz Artolazabal.

La normativa obliga a cada municipio a reservar espacio “para equipamientos de carácter religioso en sus planes de ordenación urbanística, en función de la disponibilidad del suelo”, lo que supondrá que muchos consistorios tengan que modificar sus actuales planes urbanísticos para garantizar el cumplimiento de la ley. Además, el texto estipula que los ayuntamientos no deberán “actuar con criterios que puedan producir una discriminación directa o indirecta, o una retribución arbitraria”.

Otro de los puntos destacados de la nueva legislación será la constitución de un Consejo Interreligioso Vasco, formado por representantes institucionales, sociales y religiosos que escogerá el gobierno vasco mediante un decreto. El organismo será de carácter consultivo y velará por el desarrollo y la implementación del que será el nuevo marco legal. También tendrá la capacidad de formular recomendaciones en caso de que no se observen los criterios establecidos por la nueva ley o cuando los ayuntamientos actúen con pasividad en la resolución de esta.

La consejera Artolazabal ha realizado el anuncio del nuevo proyecto de ley juntamente con la publicación del Mapa de las religiones en Euskadi, elaborado por el Observatorio Vasco de Inmigración, Ikuspegi. La iniciativa recoge los datos relativos a la adscripción religiosa de la población vasca y los centros de culto existentes en la comunidad. También incluye una figura interactiva de la geografía del País Vasco que permite consultar la información desglosada en cada municipio.

Según el mapa, el 69% de la población vasca se considera católica, es decir, más de 1,4 millones de personas. El segundo grupo más numeroso es el de quienes se declaran “no creyentes”, que supera el medio millón de personas, el 23,9% de la demografía de la comunidad autónoma.

La segunda confesión en cantidad de personas es el islam, que registra 89.487 musulmanes en todo el País Vasco, o un 4% de la población. Le sigue el cristianismo evangélico, que suma 29.326 fieles, lo equivalente a un 1,4% del censo total.

El proceso de legislar la diversidad religiosa y la cuestión de los centros de culto en el País Vasco ha sido largo y tortuoso, y se remonta a 2011, cuando el gobierno del entonces lehendakari Patxi López comenzó a dar forma a un primer borrador legal y consensuó una iniciativa con la Asociación Vasca de Municipios Eudel y los ayuntamientos de las tres capitales. De hecho, este último proyecto de ley que el ejecutivo vasco aprobará, tendrá que pasar después el examen del Parlamento. Apenas dos años antes, en junio de 2019, el gobierno de Euskadi ya anunció la aprobación de un documento muy parecido (incluso con el mismo nombre), que también contemplaba la creación del Consejo Interreligioso Vasco y la reserva de suelo para usos religiosos en cada municipio.

Sin embargo, la propuesta quedó en estado “decaído”, según aparece en la web del Parlamento vasco, después de que el proyecto fuese objeto de críticas por parte de los obispos de Vitoria, Bilbao y San Sebastián, que formularon quejas y alegaciones que obligaron al ejecutivo a introducir cambios. Entre otras cosas, los religiosos católicos señalaban entonces que “la licencia de apertura y uso de centro de culto tal como aparece regulada en el anteproyecto, constituye un medio directo de control administrativo sobre un elemento esencial del derecho fundamental de libertad religiosa y de culto”. También calificaban de “regulación asfixiante” y de “desmesurado intervencionismo administrativo” las diferentes “condiciones materiales y técnicas que deben cumplir los centros de culto para obtener licencia”.

Las principales confesiones minoritarias en el País Vasco han aplaudido el anuncio de la nueva normativa, aunque también han mostrado recelos en base a la experiencia. Para el Consejo Evangélico del País Vasco, la norma es “menos ambiciosa” que la que se presentó en 2012 y llega con “retraso”. Además, consideran que será difícil llevarla a la práctica en todos los casos. “Hay ayuntamientos que ya no tienen suelo hábil para nuevos recintos de culto”, puntualiza el portavoz de la entidad, Manuel Domínguez. También consideran contradictorio que el documento prohíba la discriminación cuando “la Iglesia Católica goza de más prerrogativas que el resto de las confesiones”.

Por otro lado, los musulmanes aseguran que “habrá que ver su aplicación” y recuerdan que todavía “no hay un solo cementerio islámico en Euskadi”. “En cuanto a los lugares de culto, veamos si cada ayuntamiento deja de aplicar lo que le da la gana”, ha manifestado el presidente del Centro Islámico Al-forkan, Moulay Driss Sadiki.

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