El gobierno chino incluye propaganda anticristiana en películas para estudiantes de jardín de infantes
El Partido Comunista Chino (PCCh) ha sido implacable en la eliminación del cristianismo del país. Ahora el gobierno está tratando de lavarles el cerebro a los niños de entre 3 y 6 años. El objetivo es hacerles creer que la religión es ilegal.
Según información de Bitter Winter, casi 100 niños de jardín de infantes en el distrito de Jiaocheng, provincia de Fujian, fueron llevados en un recorrido por el Museo de Ciencia y Tecnología de Ningde el 23 de octubre.
La parte divertida fue jugar en simuladores de trenes y helicópteros. Pero luego los niños fueron llevados a un programa de “educación preventiva” donde se les advirtió que el cristianismo era “Xie jiao”.
El término en chino significa “culto al mal” o movimientos religiosos que no agradan al gobierno. La traducción fiel de las palabras sería “enseñanzas heterodoxas”, es decir, contrarias a los estándares , normas y reglas preestablecidas por las autoridades.
Se sabe que hay una vasta campaña en China destinada a erradicar grupos clasificados como xie jiao . Los gobernantes chinos enseñan que los cultos cristianos, por ejemplo, son parte de un problema internacional.
Quieren enseñar a los niños que las personas religiosas son desobedientes y que representan una amenaza real para el gobierno. El cristianismo se clasificó como xie jiao en 1725, pero se eliminó de la lista en 1842 debido a la presión política y militar occidental.
Los niños recibieron libros ilustrados y vieron dibujos animados que transmitían un mensaje totalmente negativo sobre el cristianismo. El video retrató a la Iglesia como malvada y alertó a los espectadores sobre la “superstición” de los cristianos.
Un observador explicó que las películas se produjeron teniendo en cuenta las “habilidades cognitivas” de los niños. Según él, primero exhibieron los dibujos que más gustan a los niños, y luego presentan el mensaje contra el xie jiao y la “religión ilegal”.
En resumen, es parte de la campaña del régimen comunista en China para enseñar a los niños a odiar a Dios.
