Oremos por el país Asiático… Kazajstán está envuelto en el caos y declaran estado de emergencia.

Las violentas protestas de los últimos días en Kazajstán han provocado la dimisión del gobierno y la declaración del estado de emergencia, mientras las tropas de una alianza militar dirigida por Rusia se encaminan al país de Asia Central en vuelto en el caos para ayudar a sofocar los disturbios.

Es el mayor desafío al gobierno del presidente autocrático Kassym-Jomart Tokayev, que comenzó con protestas ante un aumento en los precios del combustible que se expandió luego a un descontento más amplio con el gobierno por la corrupción, el bajo nivel de vida, la pobreza y el desempleo en este país exsoviético rico en petróleo, según las organizaciones de derechos humanos.

El 5 de enero, los manifestantes irrumpieron en el aeropuerto de la mayor ciudad del país, Almaty, entraron por la fuerza en los edificios del gobierno y prendieron fuego a la principal oficina de la administración de la ciudad, según informaron los medios de comunicación locales. También hubo reportes de enfrentamientos mortales con la policía y el ejército, en medio de un apagón de internet en todo el país y de daños en edificios en tres grandes ciudades.

Los medios de comunicación locales informaron señalaron que ocho agentes de policía y personal de la guardia nacional habían muerto y más de 300 agentes habían resultado heridos. No está claro cuántos civiles han muerto o resultado heridos. El Ministerio del Interior del país dijo que más de 200 personas han sido detenidas.

¿Qué ha provocado las protestas en Kazajstán?
Las manifestaciones se desencadenaron en la región occidental de Mangystau, rica en petróleo, cuando el gobierno levantó los controles de precios del gas licuado de petróleo (GLP) a principios de año, informó Reuters. Muchos kazajos han convertido sus autos para que funcionen con este combustible debido a su bajo costo.

Kazajstán, productor de petróleo y noveno país del mundo por superficie, ha atraído miles de millones de inversión extranjera y ha mantenido una economía fuerte desde su independencia hace 30 años.

Pero los subsidios al GLP crearon una situación en la que Kazajstán se enfrentaba regularmente a la escasez de petróleo, informó Reuters. El levantamiento de los topes de precios fue un medio del gobierno para aliviar esos déficits y asegurar el suministro al mercado interno. Sin embargo, el plan resultó contraproducente y los precios del GLP se duplicaron con creces tras el levantamiento de los topes; las protestas se extendieron entonces rápidamente por todo el país.

También hay problemas de larga data que impulsan las protestas, como la ira por la corrupción endémica en el gobierno, la desigualdad de ingresos y las dificultades económicas, que se han exacerbado durante la pandemia de coronavirus, según Human Rights Watch.

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