Estados Unidos prohíbe viajar a funcionarios chinos

Estados Unidos prohíbe viajar a funcionarios chinos

Estados Unidos prohíbe viajar a funcionarios chinos

Se acusa a los funcionarios de participar en la “opresión” de minorías étnicas o religiosas. Washington dejó abierto cuántos funcionarios chinos se ven afectados por las prohibiciones de entrada.

El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, anunció que había impuesto “restricciones de visa a los funcionarios de la República Popular China”. Los acusó de “acosar, intimidar, monitorear y secuestrar” a los críticos, incluidos aquellos que “buscan refugio en el extranjero” y “ciudadanos estadounidenses que defienden a estas poblaciones vulnerables”.

EE.UU. no solo ve en peligro a las minorías

Se sospecha que funcionarios chinos son responsables de políticas que reprimen a líderes religiosos o espirituales, miembros de minorías étnicas, disidentes, defensores de los derechos humanos, periodistas, sindicalistas, activistas de la sociedad civil y manifestantes pacíficos en China o en el extranjero. El Departamento de Estado de EE. UU. no dijo cuáles y cuántos funcionarios chinos se ven afectados por las medidas.

“Ojalá hubiera más presión sobre China”

Al mismo tiempo, Estados Unidos volvió a instar al gobierno chino a “recordar su genocidio y crímenes contra la humanidad en curso en Xinjiang, sus políticas represivas en el Tíbet”, la restricción de “las libertades fundamentales en Hong Kong y las violaciones de los derechos humanos, en particular violaciones de la libertad religiosa, en otras partes del país”.

Más de un millón de uigures están afectados

Estados Unidos acusa a China, entre otras cosas, de haber detenido a más de un millón de miembros de la minoría musulmana uigur en campos de reeducación en la provincia de Xinjiang, al noroeste del país. Los grupos de derechos humanos también acusan a China de perseguir también a los críticos en el extranjero , por ejemplo, secuestándolos o chantajeándolos con medidas punitivas contra sus familias. Pekín niega las acusaciones.

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