Lula da Silva ataca a la iglesia diciendo que “nadie necesita pastores ni sacerdotes” el estado “no tiene que tener religión”

En un mitin el pasado  20 de agosto, en São Paulo , el ex presidente Lula (PT) declaró que está a favor del estado laico y que no necesita sacerdotes ni pastores.

El pasado miércoles 17 de agosto, Lula concedió una entrevista a Rádio Super MG y arremetió contra las iglesias evangélicas del país, ya que no cuentan con el apoyo de los fieles: “No soy candidato de una facción religiosa. Soy un candidato del pueblo brasileño”.

Esta afirmación fue refutada por el diputado federal Sóstenes Cavalcante (PL-RJ), presidente del Frente Parlamentario Evangélico: “Solo un mensaje para el candidato a presidente corrupto: facción eres tú y tu Partido Oscuro. ¡Respeten a los evangélicos! ¡No somos tontos! ¡Nunca más nos engañas!”, escribió.

Sóstenes también señaló que este tipo de posturas llevará a los evangélicos a rechazar de una vez por todas al expresidente: “¡El candidato presidencial de 2022 que ha sido condenado tendrá menos del diezmo de los votos evangélicos! Escríbelo”.

Sin embargo, la declaración más incendiaria se dio durante el mitin en São Paulo. Lula dejó entrever que se sentía incómodo con la asociación de su figura y del PT con la oscuridad, hecha por la concejala Sonaira Fernandes (Republicanos-SP) y compartida por la primera dama, Michelle Bolsonaro.

“Hay muchas noticias religiosas falsas circulando por este mundo. Hay diablos llamándose dios, y hay gente honesta llamándose diablos , porque hay gente que no está tratando a la iglesia para cuidar la fe o la espiritualidad; está haciendo de la iglesia una plataforma política o una empresa para ganar dinero”, dijo.

“Quiero decirles: Yo, Luis Inácio Lula da Silva, defiendo el Estado laico. El Estado no tiene que tener religión, todas las religiones tienen que ser defendidas por el Estado”, dijo el candidato, antes de usar una conjunción adversativa: “Pero también quiero decir: las iglesias no tienen que tener un partido político, porque las iglesias tienen que cuidar la fe y la espiritualidad de la gente, y no cuidar la candidatura de falsos profetas o fariseos que están engañando a todo este pueblo”.

La declaración, aparentemente correcta, plantea preocupaciones sobre la hipótesis de injerencia estatal en la libertad de religión y de expresión si Lula llega al poder, ya que el concepto de laicismo incluso protege el derecho al posicionamiento político de sacerdotes y fieles de todas las religiones.

Al poco tiempo de salir de prisión, Lula afirmó que hablaría con pastores y sacerdotes, en un contexto que expresó su descontento con la situación política actual del país. Ahora, con el recrudecimiento del rechazo al PT, el candidato afirmó que no necesita líderes religiosos:

“Digo esto con la tranquilidad de un hombre que cree en Dios. […] Cuando quiero hablar con Dios, no necesito sacerdotes ni pastores. Puedo encerrarme en mi habitación y hablar con Dios tantas horas como quiera, sin pedirle un favor a nadie. Así tenemos que hacerlo para no tener que escuchar a la gente diciendo mentiras cuando deberíamos estar cuidando la fe, la espiritualidad, leyendo la Biblia decentemente y no inventando cosas”, agregó, en respuesta a las críticas que sufre por parte de los líderes religiosos.

Esta declaración se hace eco de una declaración del PT, en enero de 2020, cuando publicó una carta diciendo que sus militantes enseñarían a los evangélicos a “leer e interpretar la Biblia” de acuerdo con la agenda ideológica del partido.

El periodista Silvio Navarro, autor del libro Celso Daniel: Política, corrupción y muerte en el corazón del PT , comentó escuetamente en su cuenta de Twitter el discurso de Lula en Anhangabaú: “El diablo vive en los detalles. ¡Brasil es cristiano, Lula! Necesitamos sacerdotes y pastores”.

“El voto de los cristianos, de los que tienen fe, se convirtió en un problema para Lula. Es una tarea difícil para la izquierda que defiende el aborto. Lula se duplicó: dijo que nadie necesita un sacerdote o pastores. A Lula no le gusta la agenda religiosa, hablar de Dios, del aborto”, evaluó Navarro.