Durante tres años, los países vecinos de América del Sur se dieron la espalda unos a otros. Ahora las relaciones deben ser reparadas. El intercambio de embajadores es un paso importante.

“Las relaciones con Venezuela nunca debieron romperse, somos hermanos y ninguna línea imaginaria nos puede separar”, tuiteó el embajador colombiano Armando Benedetti poco antes de llegar a Caracas. “Estamos empezando a reconstruir el tejido social y humano que nos une”, dijo la Presidencia de Colombia en un tuit con fotos de la llegada de Benedetti a Venezuela. Ese mismo día fue recibido en Bogotá el Embajador de Venezuela Félix Plasencia.

Nos dirigimos a esta hora a Venezuela con la misión de trabajar por reconstruir los lazos con nuestro vecino y reparar los daños generados en los corazones de nuestros pueblos a raíz de una ruptura de relaciones de que jamás debió ocurrir. pic.twitter.com/iXQmIFp20F

— Armando Benedetti (@AABenedetti) August 28, 2022

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rompió los lazos con Bogotá en febrero de 2019 después de que el entonces presidente de Colombia, Iván Duque, reconociera al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. Decenas de países han reconocido a Guaidó pero no ha logrado derrocar a Maduro, quien cuenta con el respaldo del ejército. En el transcurso de la amarga lucha por el poder y debido a la profunda crisis económica de Venezuela, alrededor de dos millones de venezolanos han huido a Colombia en los últimos años .

El nuevo presidente de izquierda de Colombia , Gustavo Petro , y el gobierno de Maduro anunciaron a principios de este mes que reanudarían las relaciones diplomáticas. El nuevo embajador Benedetti señaló que más de ocho millones de colombianos viven del comercio con Venezuela. Por lo tanto, uno de los objetivos es reactivar las relaciones comerciales entre los dos países. Otro desafío para los dos vecinos es luchar contra los grupos armados activos a lo largo de su frontera compartida de más de 2.000 kilómetros.