Monja asesinada, 6 decapitadas por el Estado Islámico en Mozambique

En medio de la creciente violencia yihadista en Mozambique, una monja italiana de 83 años fue asesinada a tiros y otras seis fueron decapitadas a principios de este mes por presuntos militantes alineados con el Estado Islámico.

La hermana María de Coppi murió en el ataque del 6 de septiembre en la ciudad de Chipene cuando hombres armados irrumpieron en el complejo de una misión católica y prendieron fuego a los edificios, incluida la iglesia y el hospital, según los informes.

El ataque duró cinco horas cuando los militantes saquearon y quemaron la iglesia, la escuela, el centro de salud, las viviendas, la biblioteca y los vehículos de la misión de la Diócesis de Nacala, informa la organización benéfica católica Ayuda a la Iglesia Necesitada. 

“Destruyeron todo”, dijo el obispo Alberto Vera de Nacala en una entrevista telefónica, diciendo que de Coppi sirvió como monja allí durante 60 años. “Los atacantes abrieron el tabernáculo y destrozaron parte de la sacristía, buscando lo que pudieran encontrar, probablemente dinero”.

Según testigos presenciales, los terroristas obligaron a las hermanas a abandonar el convento. Otras monjas huyeron con las niñas. Cuando De Coppi estaba a punto de irse, recordó que todavía había niños más pequeños en el edificio. Cuando regresó para recuperar a los niños, le dispararon. 

El asesinato de la monja es “parte de una progresión de ataques de insurgentes” que comenzó a fines de agosto en dos provincias del norte de Mozambique, informa el medio de comunicación católico Fides.

El presidente Filipe Nyusi emitió un comunicado en el que revela que el día que mataron a la monja, “terroristas” también decapitaron a seis ciudadanos, secuestraron a tres personas e incendiaron decenas de casas en los distritos de Erati y Memba en la provincia de Nampula.

Según los informes, los pistoleros probablemente huían de las fuerzas de seguridad de Mozambique, Ruanda y la Comunidad de Desarrollo de África Meridional.

Al menos 24 países han enviado tropas para apoyar la lucha contra los insurgentes en Mozambique, cuyo ejército ha sido acusado de ser corrupto y de tener 7.000 “soldados fantasmas”, según la BBC.

Los insurgentes afiliados al Estado Islámico en el norte de Mozambique, un país de mayoría cristiana, han desplazado internamente a más de tres cuartos de millón de personas, según Naciones Unidas.

En noviembre de 2020, militantes vinculados al Estado Islámico decapitaron  a más de 50 personas, incluidas mujeres y niños, y secuestraron a otras en incursiones de fin de semana en los distritos de Miudumbe y Macomia de la provincia de Cabo Delgado.

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