Científicos confirman el ‘relato de Génesis’ al encontrar la estatua de José en Egipto.

Anualmente, millones de turistas de todo el mundo visitan las tierras arenosas del Mar Rojo, para ver dónde Moisés pasó cuándo conducía al pueblo israelí fuera de la esclavitud de Egipto.

Aunque los arqueólogos modernos insistan en que los relatos bíblicos no pueden ser probados, un descubrimiento reciente puede cambiar ese cuadro.

Después de años de investigación, el cineasta Timothy Mahoney y su equipo de investigadores revelaron algo que puede confirmar los acontecimientos del libro de Éxodo, incluyendo una estatua que puede ser la de José.

En una entrevista con el medio WND, Mahoney explicó que filmó el documental “Patterns of Evidence: Exodus” y también lanzó un libro sobre su viaje arqueológico. “Doce años atrás, comencé una aventura, una búsqueda por el camino del Éxodo”, recordó el cineasta. “Yo quería Mostrar todo. Pero cuando llegué a Egipto y hablé con egiptólogos y estudiosos, y escuché decir a uno de ellos: ¿Acaso no sabes que el Éxodo nunca sucedió? No hay pruebas de ello”, relató.

Aunque convencido de que la Biblia es verdadera Mahoney regresó a los Estados Unidos con una “simiente de duda” creciendo en su mente. Buscando a otros estudiosos, terminó escuchando de un egiptólogo que la arqueología moderna está buscando a Moisés en los lugares errados y en un periodo de tiempo equivocado.

Según Mahoney, la mayoría de los arqueólogos insiste que el Éxodo sucedió en la época del faraón Ramsés, porque el texto bíblico afirma que los israelitas participaron de la construcción de la ciudad de Ramsés [Éx 1:11]. “Sin embargo, se conoce que Ramsés vivió cerca del año 1250 a.C, pero no hay evidencias arqueológicas de esa historia en aquel período histórico”, destacó.

“Mis arqueólogos amigos me dijeron que debía cavar más profundo”, continuó. Bajo la ciudad de Ramsés, había otra ciudad, mucho más antigua llamada Avaris. Esa ciudad estaba llena de personas de un pueblo semita. Esa fue una de las mayores ciudades de aquella época. Allí encontramos a los primeros israelitas. Ese es el patrón que corresponde a la historia de la Biblia. No fue en la época del faraón Ramsés, sino en el lugar donde Ramsés construyó su ciudad”.

Avaris viene siendo excavada hace décadas por el profesor Manfred Bietak, que encontró los restos de la estatua de 2 metros en 1988. Bietak explica que la palabra “Avaris” no significa nada en egipcio. Más el término hebreo en la lengua hebrea antigua es “Ivri”, qué significa “hombre”, e “Ish”. En otras palabras, la palabra “Avaris” puede estar relacionado con “Ivri Ish”, o lo que es igual “Hombre hebreo”, como José fue llamado en Génesis 39:14.

Una de las mayores sorpresas reveladas en el documental “Patterns of Evidence: Exodus” es el descubrimiento de la estatua de un líder semita en Egipto, un hombre que sólo podría ser el José de la Biblia. La misma está en el sitio arqueológico de Tell el-Daba y su datacion es de aproximadamente 1770 a.C.

“La historia de José es sobre cómo un israelí terminó convirtiendose en un gran líder, el segundo más poderoso de Egipto”, recordó Mahoney. “En Avaris, la arqueología muestra que había un pequeño grupo de personas de pueblo semita. Había una casa que es típica de la región de donde ellos vinieron. En la cima de esa casa, fue construido un palacio. Ellos tenían tumbas detrás de dicho palacio. En este palacio había una estatua. Claramente es la tumba de un líder semita”, destacó.

“Lo interesante de esta estatua es que quedaba junto a una tumba en forma de pirámide, algo que sólo era dado a los miembros de la realeza. ¿Por qué un semita tendría eso?”, se preguntó el cineasta. “Bueno, eso coincide con la historia, este tipo de prestigio solamente habría recibido José”, aseguró.

Su equipo de investigadores descubrió otro paralelo con las escrituras. En la historia bíblica, José dijo que sus huesos debían ser sacados de allí cuando el pueblo saliese de Egipto. Cuando los arqueólogos descubrieron la tumba del líder semita, vieron algo muy atípico: No había huesos en dicha tumba. Los huesos fueron retirados. Los ladrones de sepulturas nunca se llevan los huesos; sólo se llevan los bienes, los huesos no tienen valor”, contó Mahoney. El rostro de la estatua fue arrancado y hay marcas de que intentaron derrumbarla. Eso puede ser un indicio de que su presencia irritaba a los egipcios, por motivos obvios.

La estatua, la tumba y las ruinas del palacio fueron ampliamente estudiadas por los especialistas. La revista Bible Archeology dedicó mucho espacio y tiempo en la investigación y concluyeron lo mismo que Mahoney.

 

 

 

 

 

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