Tras aceptar a Cristo, hombre drogadicto se libera y aprueba en 4° lugar examen de ingreso

La adicción a las drogas es uno de los problemas más graves y difíciles de…

La adicción a las drogas es uno de los problemas más graves y difíciles de afrontar en la vida de una persona. Jefferson Eduardo, quien ahora está libre de adicciones, sabe lo que es tener la mente esclavizada por algo capaz de destruirte por completo, en todos los aspectos.

Eduardo fue adoptado por una familia cristiana desde niño, recibiendo las enseñanzas correctas para seguir actuando correctamente, cumpliendo la voluntad de Dios. Sin embargo, como miles de jóvenes en la actualidad, se dejó influenciar negativamente a medida que crecía.

El chico comenzó a consumir drogas, alcohol ya asistir a fiestas propicias para este tipo de cosas, cayendo en la trampa de la dependencia química. Antes de darse cuenta, Eduardo ya era adicto a las drogas, lo que arruinó su vida académica y su oportunidad de convertirse en jugador de fútbol.

Mantenido por la Junta de Misiones Nacionales de la Iglesia Bautista, Cristolândia es un proyecto social que lleva años salvando la vida de miles de personas en todo Brasil. Gente que, como Eduardo, se volvió adicta a las drogas, acabando en la calle.

Fue a través de este trabajo que Eduardo obtuvo su segunda oportunidad. Alcanzado por los misioneros de Cristolândia, el niño aceptó el desafío de luchar contra la adicción, sometiéndose a un período de hospitalización voluntaria que tiene como objetivo la rehabilitación de la fe en Jesucristo.

Fue durante este período que Edward aceptó a Jesús, siendo discipulado y bautizado por la Iglesia. Ahora libre de la adicción a las drogas, el muchacho accedió a retomar sus estudios, hasta que presentó el examen de ingreso para estudiar Administración en la Universidad del Estado de Bahía (UNEB).

¡La dedicación apoyada por la fe en Cristo fue bendecida con la victoria! Eduardo pasó en 4to lugar, pudiendo ahora construir un futuro exitoso, según información de la Junta de Misiones Nacionales .

“Ahora puede vivir la vida que una vez le arrebató la adicción. Puede soñar y hacerlo, pero no por sí mismo, sino por la gracia de Dios. ¡Realmente, solo Jesucristo salva!”, testifican Marcele Silva y Lucas Paixão, misioneros de Cristolândia Bahia, donde Eduardo tuvo su rehabilitación.

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