ONU podría restringir libertad religiosa en nombre de derechos LGBT, advierte entidad

La libertad religiosa es un logro de varios pueblos, estando directamente asociada a la libre expresión del pensamiento. Esta realidad, sin embargo, podría cambiar por la presión político-ideológica ejercida por organismos como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y todo en nombre de los derechos LGBT.

Esta es la valoración del Instituto de Libertad Religiosa (RFI), tras la difusión de un informe del Especialista Independiente de la ONU, Víctor Madrigal-Borloz, quien el pasado día 15 realizó una serie de peticiones al organismo.

Las solicitudes de Borloz deben ser analizadas en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en junio de este año. En su documento, el analista afirma que “enviará recomendaciones a los Estados y otras partes interesadas relevantes para cumplir plenamente con sus obligaciones en virtud del derecho internacional de los derechos humanos para proteger y permitir que las personas LGBT+ busquen la felicidad, ejerzan y disfruten todos sus derechos humanos”.

La crítica inmediata al informe de Borloz radica en su afirmación de que “las narrativas religiosas y espirituales” se han utilizado a lo largo de la historia “para promover, permitir y tolerar la violencia institucional y personal y la discriminación contra las personas por su orientación sexual” o identidad de género (real o presunta)”.

Así como, dice el texto, para “reprimir la diversidad sexual y de género; y promover normas cisgénero y heteronormativas de orientación sexual e identidad de género”.

Persecución

Para RFI, el pensamiento del experto independiente de la ONU refleja una visión que sugiere futuras persecuciones de cristianos por motivos religiosos, ya que la Biblia condena expresamente la práctica homosexual, así como cualquier relación que no implique matrimonio entre un hombre y una mujer.

En otras palabras, lo que Borloz llama “narrativas religiosas espirituales” puede ser una crítica apenas velada de la enseñanza bíblica sobre la familia y la sexualidad, lo que significa que, en la práctica, si la ONU presta atención a esta narrativa, podría promover políticas contrarias a la predicación cristiana en el mundo. tema Los pecados del estilo de vida LGBT+.

“Los defensores de la política ‘SOGI’ [el acrónimo utilizado para referirse a las políticas que promueven la agenda LGBT+] tienden a caracterizar cualquier negativa a afirmar las expresiones o conductas ‘SOGI’ como ‘discriminación’ odiosa”, explica RFI. “Como resultado, la política ‘SOGI’ puede usarse ampliamente contra personas e instituciones religiosas”.

Para RFI, los gobiernos y la propia ONU deben promover la protección de los derechos humanos, pero “deben abstenerse de infundir la política ‘SOGI’ en el derecho internacional como un medio para lograr la conformidad en las áreas de antropología y moralidad sexual”.
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