Madre cristiana demanda a escuela que obligó a su hijo de 4 años a asistir a evento LGBTQ+
En Londres, Izzy Montague, quien es madre de un niño de 4 años, se dio a conocer después de que obligaron a su hijo a asistir al evento del Orgullo, a pesar de las creencias cristianas de la familia.
El caso llegó a los titulares nacionales cuando el director de la escuela primaria Heaver’s Farm en Croydon no dio opción a los estudiantes que debían participar en el desfile del orgullo LGBT.
Con el apoyo del Centro Legal Cristiano, Izzy presentó un caso contra la escuela por discriminación directa e indirecta, victimización e incumplimiento del deber legal en virtud de la Ley de Educación de 1996 y la Ley de Derechos Humanos de 1998.
Esta será la primera vez que un tribunal del Reino Unido tenga que examinar la legalidad de imponer la ideología LGBT en las escuelas primarias.
El tribunal analizará el impacto que esto tiene en la discriminación religiosa, los derechos humanos de los padres y sus hijos, el derecho a optar por no recibir educación sexual y el deber de las escuelas de ser políticamente neutrales.
El caso está programado para ser escuchado en el Tribunal del Condado de Central London en ocho días a partir del miércoles 1 de febrero de 2023.
La influencia y el enfoque de la militancia LGBT en el jardín de infantes se hicieron evidentes a través de las actividades del mes del orgullo gay en junio de 2018: se silenció la libertad de expresión , se ignoraron las creencias religiosas y se infringieron los derechos de los padres.
Se pegaron carteles de Stonewall en toda la escuela, se mostraron videos a los niños durante las lecciones y los niños de cuatro años leyeron historias promovidas por la organización con el objetivo de normalizar las relaciones entre personas del mismo sexo.
Se colocaron banderas del orgullo LGBT alrededor de la escuela y se animó a los niños a usar los colores del arcoíris y se les obligó a ver videos de dos hombres besándose.
No se dio aviso previo a los padres e Izzy solo se enteró del programa por un artículo de periódico. Después de solicitar que sacaran a su hijo del desfile, le dijeron a Izzy que si su hijo no asistía, se consideraría un problema de conducta.
En su denuncia, Izzy dijo que la escuela violó la Ley de Igualdad de 2010. En particular, afirmó que el Desfile del Orgullo Gay era una ” discriminación ilegal contra los niños que siguen su religión cristiana o cualquier otra religión mayoritaria”.
Izzy afirmará, tras sus denuncias, que la escuela creaba un ambiente ‘hostil’ e ‘intimidante’ hacia los padres que no estaban de acuerdo con la ideología LGBT impuesta a sus hijos.
Por ejemplo, en una reunión formal entre Izzy y la junta escolar para discutir sus preocupaciones, la hija del director usó una camiseta que decía: “¿Por qué ser racista, sexista, homofóbico o transfóbico cuando puedes estar callado?”.
Varias madres y padres afirmaron que la escuela estaba imponiendo una agenda LGBT muy agresiva a sus hijos, todos menores de 12 años, de una manera que violaba sus derechos de paternidad.
Muchos de ellos tenían miedo de hablar con la prensa sobre sus preocupaciones, temiendo que sus hijos pudieran ser victimizados o expulsados de la escuela, pero Izzy se negó a permanecer en silencio y habló. Después de eso, no tuvo más remedio que retirar a su hijo de la escuela y emprender acciones legales.
