Niña de 10 años curada de cáncer, familia acepta a Jesús

Neima vive en Asia y cuando tenía 10 años, solía caminar por el bosque para conseguir leña para su familia. En el remoto pueblo donde viven no hay electricidad, transporte ni comunicación.

La mayor parte del tiempo, dice, se quedó en casa ayudando a su madre, Jaslyn, con las tareas del hogar.

Un día, cuando fue a buscar leña, se lastimó uno de sus pies con una espina. El dolor era demasiado grande, así que cojeó hasta su casa, luchando con cada paso.

un triste descubrimiento

Al llegar a casa, la madre estaba preocupada por su hija mayor y decidió llevarla al hospital, junto con su esposo Cadell.

La herida parecía grave, por lo que Neima pasó varios días en tratamiento hasta que su pie se curó por completo. Neima volvió a jugar con sus hermanas ya ayudar a su madre con las tareas del hogar y todo parecía estar bien.

Entonces, un triste descubrimiento sacudió a la familia. El dolor de Neima volvió, tan intenso como antes. Los padres no entendieron, ya que la herida ya estaba curada. La llevaron nuevamente al hospital y el médico ordenó varias pruebas.

Los resultados mostraron que Neima tenía cáncer. “¿Y ahora qué?”, se preguntaron el padre y la madre, desconsolados.

‘En busca de una cura’

Jaslyn y Cadell buscaron respuestas, gastaron mucho dinero en tratamientos médicos e incluso vendieron sus propiedades.

Desesperados, buscaron curanderos, pero nada funcionó. La familia entró en una fase de intensa tristeza y preocupación por la niña que solo se hizo más fuerte. Apareció una llaga en su pierna derecha, como se describe en Evangelio para Asia.

La herida se había extendido a su vara y su pierna estaba visiblemente enferma, con pus y sangre rezumando todo el tiempo. “¿Podré volver a correr y jugar?”, preguntó la niña.


Jaslym, madre de Neima. (Foto: Reproducción/Evangelio para Asia)

‘Cuando Dios presenta una solución’

Los padres de Neima se defendieron usando los recursos que tenían y luego llevaron a su hija al hospital una vez más. La noticia fue aún peor: a la niña le tendrían que amputar la pierna.

Los sacerdotes la llevaron a su casa sin saber qué decisión tomar. Neima, a su vez, llegó a decir: “No viviré más en este mundo”, pensando que me iba a morir. Los sacerdotes lloraron amargamente por miedo a perder a su hija.

Fue entonces cuando Jaslyn conoció al pastor Adron de Gospel for Asia, una organización humanitaria y misionera cristiana. Simplemente me detuve para hablar con la mujer que parecía angustiada.

Adron ofreció unos folletos que hablaban de Jesús y decía que hay un Dios verdadero, capaz de llevar esperanza a la familia. Impulsivamente, la madre desesperada contó toda su historia y la enfermedad de su hijo.

‘Una declaración audaz’

Como lo describe Gospel for Asia, el pastor Adron hizo una declaración bastante audaz a Jaslym: “Si confías en Jesús, Él sanará a tu hija. Jesús es el sanador y el dador de paz”.

Más tarde, el pastor invitó a Jaslym a asistir a un servicio religioso. El otro día estuvo allí, escuchó la Palabra y compartió con su esposo que ella también era un servicio.

La pareja le pidió al pastor que fuera a su casa a rezar por Neima y él lo hizo. Adron comenzó a visitar a la niña con regularidad, siempre orando por su curación.

‘Ocurrió el milagro’

Neima comenzó a recuperarse hasta que estuvo completamente curada. La familia quedó asombrada y todos aceptaron a Jesús como el Salvador de sus vidas.

Los sacerdotes de Neima reconocieron que ocurrió un milagro en la vida de su hijo, en el momento más difícil que enfrentó la niña.

Según Gospel for Asia, los misioneros domésticos siempre están buscando personas que necesiten ayuda y aliento. La organización pide oraciones de todos los cristianos para que este trabajo pueda continuar.

comments