El tumor de un joven desaparece después de la oración de la iglesia

Pedro Netto nació en un hogar cristiano en Brasil, con su familia involucrada en el ministerio, viajando a diferentes lugares. 

A pesar de esto, sentía un vacío y quería vivir una experiencia diferente. Cuando era adolescente, Pedro descubrió un talento para jugar baloncesto y pronto se destacó.

Con una gran altura para ser jugador, Pedro decidió seguir una carrera profesional en este deporte.

En el nuevo ambiente, el joven se involucró con amistades no cristianas y comenzó a experimentar con el alcohol, las drogas y las fiestas.

“Empecé a profundizar más y más en el pecado. Empecé a conocer algunas chicas y empecé a beber cada vez más”, reveló, en una entrevista con el canal de YouTube.

Delafé Testimonias.

Hasta que un día, Pedro se lastimó el pie en un tren y lo llevaron al médico para que lo examinaran. Para su sorpresa, los resultados mostraron un tumor canceroso en su pie izquierdo.

Carrera de baloncesto en peligro

El equipo médico aconsejó que para evitar que el cáncer se propague, se le podría amputar el pie.

Ante la perspectiva de que su carrera en el baloncesto se interrumpiera, Pedro quería regresar a su antigua iglesia.

“Le dije a mis padres: necesito a Jesús, necesito que me sane”, dijo.

El pastor de la iglesia le dijo a Pedro que la congregación intercedería por un milagro, y cada semana durante seis meses la iglesia oró por su sanidad.

Las pruebas iniciales no dieron una señal de esperanza. Pero como resultado de la oración, las pruebas posteriores sorprendieron a los médicos.

“Recuerdo que el doctor puso una cara muy extraña cuando me fui y dijo: ‘Pedro, tenemos que volver a hacer los exámenes’”, relató el joven.

Repitió las pruebas, pero aun así, el médico seguía confundido y tuvo que llamar a otros médicos.

“Y estoy sentado en la habitación con cinco médicos mirándome. Y el médico preguntó: ‘¿Sientes algún dolor en la pierna? Dije ‘no, no siento nada’. Y él dijo: ‘Porque no podemos ver tu tumor’, testificó Pedro.

Y agregó: “En ese momento me emocioné mucho y pensé: ‘Estoy curado, acaba de pasar algo sobrenatural. Siempre había oído hablar de milagros, siempre había visto a Dios obrar poderosamente con mis padres y en la iglesia, pero nunca lo había experimentado, pero ahora me estaba pasando a mí”.

Reconciliado con Jesús

Después de que el cáncer desapareció en un verdadero milagro, Pedro se volvió al Señor. Y en su habitación tuvo un encuentro personal con Jesús y sintió que el Espíritu Santo lo sanaba de sus heridas emocionales.

El joven experimentó una transformación de vida, volvió a jugar baloncesto y testificó sobre su curación a sus amigos y compañeros de equipo.

Hoy, con sede en el Reino Unido, Pedro se desempeña como líder de alabanza y compositor, siguiendo los pasos de su madre.

“No hay nada más precioso que el amor de Jesús, nada que te cambie más como el amor de Jesús. En el momento en que le das la oportunidad de entrar en tu corazón, tu vida cambia por completo”, declaró.

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