Ateo se entrega a Jesús y comparte el evangelio a más de 10 mil jóvenes

Brian Barcelona es hijo de padres divorciados, a sus 10 años esa situación generó que sufriera depresión. A los 15 se consideraba ateo, aunque su abuela siempre le hablaba de Jesús. “Dios no podía ser real” . En 2005, algo ocurrió con Brian, su vida cambió radicalmente cuando fue a la iglesia con un amigo de la familia en 2007.

“Yo estaba totalmente fuera de la presencia de Dios”, dice Brian. “Sin embargo, Dios estaba persiguiendo mi corazón”. Brian testificó sobre el poder sobrenatural de Dios aquel día. “Las corrientes que cargué espiritualmente comenzaron a caer, corrientes de depresión, suicidio, amargura, resentimiento, rabia y lujuria”, dice.

Brian fue quebrantado en llanto. “Yo no podía ver la libertad que yo estaba experimentando, pero yo podía sentir eso en mi corazón”. A sus 18 años Brian fue a una reunión de jóvenes. Al día siguiente algo extraordinario sucedió, Brian sintió la voz del Señor: “Quiero un movimiento que va a salvar a las escuelas secundarias de América”. Su primer reacción fue sentir una gran carga sobre él.

Entonces, su primer paso fue pensar cómo iba a empezar. Se mantuvo en oración y ayuno por un tiempo. Luego tomó la decisión de hablar con la profesora que había liderado el club bíblico de Elk Grove, y logró obtener permiso para hablar dos veces por semana sobre el evangelio. Aunque no tenía entrenamiento, ni cursos y ni experiencia, su obediencia fue más fuerte.

La reunión comenzó con tres personas pero se extendió tanto que luego el aula estaba llena. Las vidas comenzaron a cambiar. Los adolescentes fueron curados de pensamientos suicidas, trauma de abuso físico y sexual, drogadicción, crisis de identidad entre otros casos.

Luego organizó una manifestación en el teatro de la escuela. Cerca de 200 alumnos aceptaron al Señor. “Yo estaba empezando a entender cual era la verdadera cuestión. Cuatro meses después tuvimos 600 estudiantes que se reunían en el gimnasio y entregaban sus vidas a Jesús.

“Poco sabía que este sería el comienzo de un nuevo movimiento misionero en América”, explica Brian. Al año siguiente, Brian fue a una escuela secundaria diferente y formó más clubes de estudio. Semana tras semana, cientos de alumnos vinieron y conocieron el Evangelio.

 

comments