Niña de 9 años lleva a toda su familia budista a los pies de Cristo: “Dios perdona”

Una niña de 9 años aprendió sobre el amor y el perdón de Dios a través de historias de la Biblia y se las transmitió a su familia, quienes fueron tocados con el mensaje del Evangelio y decidieron dejar el budismo y aceptar a Cristo. “Estoy tan feliz de que mi familia conozca a Jesús”, celebró la pequeña.
Peach, de 9 años, creció en una familia budista en Tailandia. Pero le bastó conocer el Evangelio por primera vez, que el amor de Cristo tocó a sus padres ya su hermano mayor.
La madre de Peach la inscribió en un programa extracurricular apoyado por la misión Orphan’s Promise de Christian Broadcasting Network (CBN). Allí tuvo acceso a un libro infantil con relatos bíblicos.
“Vi la historia de Jacob y Esaú. Aprendí que Dios perdona los pecados y que nosotros también debemos perdonar”, dijo Peach.
Solo 2 semanas después de que Peach se uniera al programa extracurricular, Tailandia cerró debido a la pandemia. Los profesores decidieron seguir impartiendo clases de forma virtual y Peach siguió aprendiendo más sobre la Biblia.
“Abraham estaba a punto de dar a Isaac a Dios como ofrenda, pero Dios le impidió matar a su hijo”, recuerda Peach. “Dios los amaba y ya les había preparado un cordero como ofrenda. Aprendí que Dios nos ama mucho, mucho“.
A través de su teléfono inteligente, Peach decidió hacer una oración con su maestra y se convirtió al cristianismo. “Quería recibir a Jesús en mi vida. Sabía que me amaba mucho. Quería ser parte de Su familia”, dijo.
Cuando terminaron los confinamientos por la pandemia, Peach invitó a su hermano mayor a la iglesia y allí terminó entregando su vida a Jesús. Entonces, su madre vio el contenido de las historias bíblicas para niños y también quedó impactada.
Posteriormente, Peach y su padre tuvieron Covid y fueron atendidos en el hospital, mientras que su madre y su hermano tuvieron que ir a un centro de aislamiento. Fue durante este tiempo que Peach oró con su padre y también se convirtió al cristianismo.
“Gracias por hablarnos de Jesús para que podamos abrirle nuestros corazones”, dijo Piromya, la madre de Peach. “Ahora le sigo y estoy lista para servirlo. ¡Incluso mi hermana oró conmigo para convertirse en cristiana!”
 “Estoy tan feliz de que mi familia conozca a Jesús”, concluyó Peach, con una gran sonrisa en su rostro.
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