Después de sufrir un accidente donde los médicos le informaron que quedaría tetrapléjico , el pastor Skip Redd es testigo de un milagro a cada paso.

Skip, de 69 años, es pastor de la Iglesia Universitaria en Waxahachie, Texas. En 2017 se rompió el cuello en un accidente. Los médicos dijeron que nunca volvería a usar sus piernas, pero tal vez algún día podría usar su brazo derecho para alimentarse.

Sin embargo, Dios tuvo una idea diferente. En 2018, Skip no solo comía solo, sino que unos 16 meses después del accidente, volvió a trabajar a tiempo completo como instructor de música y coro en Life High School.

“Recuerdo cuando Skip no podía alimentarse solo, literalmente no podía hacer nada por sí mismo. Y ahora estoy muy agradecida”, dijo Claudia, la esposa de Skip, a AG News.

Ahora, mientras camina, al pastor se le han dado nuevas oportunidades para compartir a Jesús.

Testimonios

Skip fue honrado por los estudiantes en el campo de fútbol durante un receso.

“He sido muy bendecido. Todavía creo en una cura completa, pero soy consciente de que puedo funcionar mejor que muchas personas con el mismo tipo de lesión y otras con las que me he cruzado en este viaje”, testificó.

Durante el proceso de curación , Dios usó la dificultad de Skip para atraer a sus alumnos.

Desde agosto de 2018 hasta mayo de 2023, cuando se jubiló, Skip continuó enseñando música en Life High School. Impactados por la milagrosa recuperación del maestro, los estudiantes también se identificaron con su lucha.

“Parece que muchos niños que realmente estaban sufriendo o luchando con problemas vinieron y dijeron cosas que probablemente no les dirían a otros maestros”, informó Skip.

Y continuó: “Cuando se me acercaron y me hablaron, no dejé de compartir el Evangelio. Tuve muchas oportunidades que no habría tenido si no me hubiera roto el cuello”.

Claudia dijo que la recuperación de Skip también ha impactado a sus nietos, especialmente a su nieta mayor, que ahora tiene 16 años.

“No puedes convencerla de que Dios no es real. Ella vio al Señor realizar un milagro en la vida de Skip”, dijo.

Al regresar de un viaje a Florida, el pastor testificó:

“Me estaba subiendo al avión y caminaba lentamente. Pasaba gente y entonces un señor, con su familia, se detuvo y me dijo: ‘Sólo quiero que sepas que me estás animando’. Podrías haber pedido una silla de ruedas, pero elegiste caminar’”.

Una oportunidad 

Después de compartir su historia con el hombre, Skip descubrió que era pastor de una iglesia bautista en Mildred.

Luego, se invitó a Skip a contarle a la congregación lo que Dios había hecho en su vida.

Claudia dijo que para ella y sus cuatro hijos, la experiencia traumática les dio la paz que sobrepasa todo entendimiento, descrita en la Biblia.

Según ella, la familia nunca entró en pánico ni tuvo miedo. Sabían que Dios estaba con ellos y velaba por Skip.

“He escuchado el pasaje de Filipenses 4:7 toda mi vida, pero ahora lo he experimentado y también nuestros hijos”, informó Claudia.

“Creo que la gente ahora está más abierta a escuchar lo que decimos. Quizás tengamos más credibilidad por lo que Dios nos ha hecho y espero que todo eso haya fortalecido la fe de la gente”, añadió.

Skip dijo que las oportunidades para compartir su testimonio van desde invitaciones oficiales a la iglesia hasta conversaciones individuales.

“Cuando todavía enseñaba, todos los años les contaba a los estudiantes lo que pasó en mi vida. Y cada vez que les compartía lo que Dios había hecho por mí, lloraba de gratitud por lo que había hecho en mi vida ”, recordó.

A través de este milagro, Skip dijo que su familia se hizo más unida, la fe de la iglesia se fortaleció y Dios fue glorificado.

“La gente está sufriendo de muchas maneras diferentes y simplemente no sabemos a qué se enfrentan. Todos necesitamos ver a Dios y sabemos estar agradecidos, porque Él hizo algo increíble por nosotros”, concluyó Claudia.