DESPUÉS DE TANTO DAÑO!! Traficante de esclavas sexuales se convierte a Cristo y cuenta todo el horror

El tráfico humano es uno de los mercados clandestinos más sombríos del planeta, moviendo miles de millones de dólares al año. La mayor parte de esta demanda, además del comercio de órganos, es la explotación sexual, una realidad comprobada por una norcoreana que pasó años de su vida actuando como traficante de seres humanos.

Fue a través de ese trabajo que la organización tomó conocimiento de esa mujer, que también había sido secuestrada, pero que con el paso de los años también se convirtió en una traficante. Ella llegó a participar en grupos de estudio bíblico, “De Mujer para Mujer”, pero no había decidido dejar el tráfico.

Durante mucho tiempo las Puertas Abiertas perdió el contacto con la traficante de mujeres, pero permaneció orando por su vida, pidiendo que Dios le convenciese de su pecado, hasta que la respuesta surgió enseguida.

“Quiero seguir a Jesús”, declaró la mujer al regresar súbitamente al grupo de estudio. “Abandone el tráfico de personas y ahora voy a las montañas todos los días para encontrar cosas comestibles que yo pueda vender en la feria”.

Desde entonces la Puertas Abiertas presta ayuda espiritual y también financiera para la mujer y su familia, incluyendo a su hija y nietos. Su nombre no fue revelado por motivos de seguridad, pero el caso es real e inspira la obra misionera de los cristianos que actúan en Asia.

“Recordemos a orar por las personas que están en riesgo, a menudo inimaginable para nosotros como cristianos perseguidos”, escribe puertas abiertas .

“Sabemos que Dios está siempre dispuesto y es poderoso para cambiar situaciones y corazones. Oremos para que venga su reino de justicia en los países donde hay persecución y para que más y más personas puedan vivir dignamente, conociendo la verdadera libertad en Cristo “.